Fotografía: AFP

El Informe Global sobre Desarrollo Humano, presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), revela una alarmante brecha entre países ricos y pobres, destacando un récord en el desarrollo humano para los primeros y un retroceso para la mitad de los más desfavorecidos.

Bajo el título “Romper el estancamiento: reimaginar la cooperación en un mundo polarizado“, el informe expone que si bien se han registrado aumentos históricos en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) a nivel mundial en 2023, este progreso es profundamente desigual. Mientras los países ricos experimentan niveles sin precedentes de desarrollo humano, la mitad de los países más pobres del mundo siguen estando por debajo de su nivel de progreso anterior a la crisis.

La desigualdad económica, exacerbada por una concentración significativa de la riqueza global, se presenta como una de las principales preocupaciones. Casi el 40 por ciento del comercio mundial de bienes está dominado por tres o menos países, y en 2021, el valor de mercado de las tres principales empresas tecnológicas superó el Producto Interno Bruto (PIB) de más del 90 por ciento de los países ese año.

En el caso de Colombia, a pesar de avances en la reducción de la pobreza monetaria y multidimensional, la persistencia de la pobreza y la vulnerabilidad sigue siendo significativa. Datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan que el 70 por ciento de la población colombiana se encuentra en situación de pobreza extrema, pobreza o vulnerabilidad.

El informe señala una alta concentración del desarrollo humano en Colombia, con un Índice de Desarrollo Humano ajustado por desigualdad de 0,568, lo que sugiere que el progreso está altamente concentrado en una minoría de la población y de las regiones del país.

Achim Steiner, director del PNUD, advierte que el estancamiento en la cooperación internacional y el aumento de la polarización política obstaculizan la acción colectiva necesaria para abordar desafíos como el cambio climático, la digitalización y la pobreza. Además, destaca la “paradoja de la democracia”, donde a pesar del apoyo generalizado a la democracia, la confianza en las instituciones y la percepción de control sobre la propia vida son bajos.

El informe insta a una acción inmediata en cuatro áreas clave: acceso a bienes públicos planetarios, equidad en el aprovechamiento de nuevas tecnologías, mecanismos financieros innovadores y contrarrestar la polarización política a través de nuevos enfoques de gobernanza.

En un llamado a la acción, Steiner enfatizó la necesidad de adoptar una agenda que aproveche las oportunidades de la transición energética y la inteligencia artificial para impulsar un desarrollo humano equitativo y revitalizar el compromiso con un futuro compartido.

El informe concluye que, en un mundo interconectado, abordar los problemas existenciales y compartidos requiere soluciones igualmente interconectadas y un compromiso renovado con la cooperación internacional.

Para más información y acceso al informe completo, visite el sitio web del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

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