El pasado lunes, tras una determinación del décimo tercer tribunal Colegiado de Circuito que revocó la suspensión provisional de las corridas de toros en la Plaza México, los aficionados no tardaron en llenar las gradas para presenciar el esperado evento. Sin embargo, la reapertura de la Monumental Plaza de Toros, en su 78 aniversario, estuvo marcada por la presencia de grupos activistas que continuaron con las protestas en contra del maltrato animal.
El ambiente dividido entre quienes celebraban el retorno de las corridas y aquellos que las repudiaban se hizo evidente en las inmediaciones del coso. Mientras los seguidores de la tauromaquia expresaban su satisfacción por poder asistir nuevamente al evento, los grupos de activistas se manifestaban a través de un “cacerolazo” y consignas en contra del maltrato animal.
Santiago, uno de los asistentes habituales, expresó su alegría por la reanudación de las corridas: “Es un triunfo para la libertad de expresión, cada quien puede venir a un evento que se paga, si no quieren venir, que no vengan…”. Con 42 años de asistencia a este tipo de eventos, Santiago reafirmó su compromiso de seguir asistiendo a las siguientes corridas.
Por otro lado, los grupos de activistas intensificaron sus protestas, lanzando consignas como “Es tortura, no arte ni cultura” y “Eres un asesino”, dirigidas a los aficionados presentes. Además, en un intento por generar un mensaje más impactante, algunos manifestantes arrojaron pintura roja, emulando la sangre derramada por los toros en el ruedo, a los asistentes al evento.
Diana Reyes, una comerciante local cuyo negocio se centra en la venta de artículos relacionados con la tauromaquia, agradeció la reanudación de las corridas, pero lamentó los desmanes ocurridos en las inmediaciones del coso. La presencia de vallas para salvaguardar a los asistentes y al inmueble no fue suficiente para contener los enfrentamientos verbales y los actos de protesta.
La reanudación de las corridas de toros en la Plaza México ha reavivado el debate sobre la ética y la tradición, dejando en evidencia las profundas divisiones en la sociedad respecto a este controvertido espectáculo. Mientras los aficionados defienden su derecho a disfrutar de la tauromaquia, los activistas continúan su lucha por el respeto y la protección de los derechos de los animales.
24 Horas Yucatán