Fotografía: Guillermo Castillo

Este 2 de febrero el santoral marca una fecha especial para la fe católica, el Día de la Candelaria, en México; y en Yucatán no solo tiene un profundo arraigo desde la mirada de la fe, sino también tienen que ver gastronomía, colores, sabores, imágenes de santos, velas, veladoras y sobre todo agradecimiento para la feligresía que pidió y, aseguran, fue escuchada.

El Día de la Candelaria, como otra muchas de las festividades católicas, tiene influencia del judaísmo. De acuerdo a la Torah, una mujer se consideraba impura durante 40 días tras dar a luz, terminado este periodo, debía acudir al templo para ofrecer un sacrificio para purificarse, al mismo tiempo de presentar al hijo.

En tal sentido se trata tanto de la purificación de María y la presentación de Jesús entorno a la fe con la que fueron crecidos, precisamente el judaísmo.

Para la fe católica mexicana cobra otra dimensión el Día de la Candelaria, una está estrechamente ligada a otra celebración; el Día de Reyes, ya que, de acuerdo a lo establecido, para aquellas personas que al cortar la tradicional rosca les ha salido el Niño Dios, deberán comprar tamales con su círculo familiar o de amistades más cercanas.

El Día de la Candelaria refiere a “candela”, esto por un pasaje bíblico en donde un anciano de nombre Simeón se refiere a Jesús como “la luz para alumbrar a las naciones”, por lo que los primeros cristianos utilizaron esta fecha para organizar procesiones en donde se caminaba con velas o veladoras encendidas.

Para muchas personas católicas este es un tiempo de agradecimiento porque durante un año pidieron favores a la virgen de la Candelaria; y llegado el 2 de febrero deben de acudir a su parroquia como parte de un compromiso.

Los fieles y sus historias.

Nabil Balam y Esaú Cetz, dos devotos de la virgen de la Candelaria, fueron a la víspera de su día, en el santuario de la ciudad de Mérida que se encuentra unos metros del tradicional barrio de San Juan, para dar gracias por hechos que consideraron un milagro.

Nabil Balam hace un año se enteró que estaba embarazada, en su contexto fue algo extraordinario ya que, tras 6 abortos espontáneos, visitas con los médicos, no había podido lograr el producto, en total fueron 10 años. Ella atribuye a su fe a la virgen de la Candelaria que logró tener su familia completa, el pequeño Dominik está cumpliendo 5 meses de edad, contra todo pronóstico.

Esaú Cetz de 26 años también acudió al templo de la Candelaria, también con grandes motivos para estar agradecido. Comentó que tuvo una frenética lucha contra un cáncer en los tejidos blandos muy agresivo, dijo que los médicos en su momento le dieron días de esperanza de vida; y ante el panorama desolador, se refugió en su fe.

El joven al momento leva 20 quimioterapias, tuvo muchas complicaciones de la cuales parecía no iba salir. No obstante, su fe logró dar resultados.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *