Durante la pandemia, Daniel Flores, odontólogo de profesión, cambió la bata médica por la motosierra, arneses, guantes y el machete para podar árboles de gran altura, pero ¿cómo surgió la idea para dedicarse a este oficio?. Él indicó que durante los tres años que duró la presencia del COVID-19 en el mundo, no podía trabajar y en el 2020 se registraron fenómenos meteorológicos consecutivos que pusieron en riesgo a la ciudadanía principalmente por la caída de árboles y ramas.
Viendo esta oportunidad, Daniel se adaptó a su nuevo trabajo y emprendió para podar árboles de más de 15 metros de altura, oficio que hoy se volvió su principal sustento, “afortunadamente hay mucha gente que si se preocupa y que se anticipa en la cultura de la prevención para podar sus árboles y prevenir accidentes con las constantes lluvias, ese año en el 2020 las tormentas nos agarraron desprevenidos pero ahora hay mucha gente que ya no se espera que anuncien la tormenta tropical para que piensen en podar sus árboles”, precisó.
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A Daniel no le dan miedo las alturas, ya que también es un artista que tiene conocimientos en acrobacia por lo que estas habilidades le ayudan en la poda de árboles pero este oficio no lo hace solo, hoy en día tiene un equipo que lo respalda y la compañía de su mejor amigo “Chel”, un perro mestizo que rescató en un basurero clandestino en Chelem y que junto a él comparte su travesía en este nuevo oficio, “así es, “Chel” nos sigue acompañando es nuestro fiel acompañante, el va todos los días a trabajar, está muy bien”.
Con su llamativo chaleco fosforescente “Chel” acompaña a todas partes a Daniel, no es un perro convencional sino que se convirtió en una parte esencial del equipo con su buen comportamiento, disposición y lealtad que hace que las largas jornadas de trabajo sean más ligeras, agregando un toque especial a su historia. Los perros pueden ser excelentes compañeros y socios en diversas tareas, y en este caso, “Chel” ayudó a crear un vínculo especial.
De esta forma es como la historia de Daniel es un ejemplo de cómo las personas se adaptaron y encontraron nuevas formas de contribuir a sus comunidades durante la pandemia pero al mismo tiempo en unir esfuerzos para prevenir accidentes en la temporada de lluvias y en la adopción responsable de perritos callejeros.
Irving Gil
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