En el corazón de Yucatán la tradición ancestral de la fabricación de hamacas ha perdurado a lo largo de generaciones, y hoy en día, emprendedores como Anahí Guadalupe Garrido Palma se dedican a mantener viva esta artesanía mientras se adaptan al mundo digital para expandir su mercado, actualmente su negocio cuenta con 200 colaboradores entre habitantes del municipio y de comunidades aledañas.
Anahí es originaria de Tixkokob y propietaria de Hamacas Mezeta, conocimos la historia detrás de este negocio familiar, que ha sabido mantenerse en el mercado gracias a su tradición y la incursión en el mundo digital.
En una agradable charla, Anahí narró un poco de la historia de Hamacas Mezeta, inició con los abuelos de Anahí, “mi abuelo tenía una fábrica de hamacas llamada ‘El Campesino’, y desde entonces, la tradición ha continuado en nuestra familia. Además, la familia de mi esposo también ha estado involucrada en el comercio de hamacas desde hace generaciones”.
Fue en el 2015 que Anahí y su esposo decidieron emprender una nueva aventura creando su propia tienda de hamacas para ser independientes y proporcionar empleo a otros miembros de la familia, para lograrlo solicitaron un crédito gubernamental que les permitió establecer su tienda física.
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Anahí y su equipo se dieron cuenta de la importancia de aprovechar las redes sociales y el mercado digital por ello “nos involucramos más en redes sociales como Instagram, Facebook, nuestra página de internet y WhatsApp, para aumentar nuestra competitividad frente a otros comerciantes de hamacas”, afirmó Anahí.
Hamacas Mezeta ha crecido de manera considerable a lo largo del tiempo, inició con un equipo de 10 a 15 personas principalmente familiares y conocidos, actualmente cuentan con 200 colaboradores, incluyendo tejedores, carpinteros y personal de atención al cliente.
La variedad de productos que ofrecen es amplia, desde hamacas tradicionales hasta sillas colgantes, columpios y decoración de macramé, sus ventas mensuales oscilan entre los 30 mil y 100 mil pesos, varían de acuerdo con la temporada y los eventos en los que participan, sin embargo han experimentado un crecimiento constante durante el último año.
El negocio también realiza ventas en línea y ofrece sus productos al mayoreo, lo que les ha permitido llegar a clientes fuera del estado y expandir su alcance a nivel nacional; recientemente su negocio fue beneficiado con el programa de digitalización de emprendimientos del gobierno estatal, con ello ahora puede realizar cobros electrónicos con tarjetas de débito y crédito en su punto de venta fijo en Tixkokob, los precios de las hamacas varían según el tamaño y el diseño, desde 550 pesos para una hamaca individual de nylon hasta tres mil 100 pesos para una elaborada hamaca de crochet.
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