Ganar el amparo interpuesto por habitantes de Homún para que los cenotes sean considerados como sujeto de derecho “podría abrir nuevas vías para construir una política pública que sea mucho más acorde con la importancia ecosistémica y con la necesidad de cuidar el acuífero”, consideró el ambientalista Jorge Fernández Mendiburu.
Recordó que fue en marzo pasado cuando interpusieron el proceso jurídico para que la demarcación sea nombrada como guardiana de estos cuerpos de agua, que son relevantes para la comunidad maya, ya que hasta la fecha “no ha habido garantías ni eficacia en la defensa de los recursos hídricos”.
En entrevista con 24 Horas Yucatán, el abogado explicó que los pueblos originarios pretenden “cambiar un poco la correlación de fuerzas y la forma en la que se ha administrado o cuidado el acuífero”.
“Los pueblos mayas de la Península de Yucatán tienen creencias y prácticas arraigadas relacionadas con el agua y en especial con los cenotes”, explicó el ambientalista.
Si bien no hay fecha para la resolución de amparo, esperan que sea emitida antes de que concluya el año, por lo que confían en que el dictamen sea a su favor.
Fernández Mendiburu refirió que este tipo de procesos cobran más fuerza y “es una tendencia que me parece que cada vez va a ir hacia adelante porque implicaría repensar el modelo de política pública que se ha establecido” desde los distintos niveles de Gobierno.
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En ese sentido, consideró que es necesario cambiar el paradigma de que el líquido es para cubrir necesidades humanas, por ello “la lógica de reclamar la naturaleza como sujeto de derechos, en este caso los cenotes. Es que pase a una mirada más ecocéntrica y que en términos de administración hay una participación mucho más reconocida y mucho más activa de las comunidades”.
Explicó que, además de los cenotes, habitantes de otras regiones luchan por los derechos de otros sujetos, como las abejas en Hopelchén, Campeche, debido a la muerte masiva de estos polinizadores en los últimos años por deforestación y fumigaciones aéreas.
IMPORTANCIA
Además del vínculo sociocultural milenario de la comunidad maya con los cenotes, la importancia radica en que el grueso del agua consumida en la Península de Yucatán proviene del subsuelo; sin embargo, las problemáticas respecto al agua son complejas debido a la contaminación del líquido.
En ese sentido, la abogada Lourdes Medina Carrillo apuntó que la reserva de agua subterránea es la más importante a nivel nacional, “más del 32% de la recarga media de todo el país.
Agregó que los cenotes son formaciones características del tipo de suelo kárstico, que es el que predomina en la región, pero se encuentran en riesgo debido a la contaminación del manto acuífero por distintos factores como agroindustria, urbanización y el desarrollo inmobiliario, así como su privatización.