La agrupación Uady Sin Acoso cumplió cuatro años de existencia, en un arduo trabajo para visibilizar la violencia de género al interior de la universidad.
Rosa Cruz Pech, fundadora y dirigente de la agrupación, dijo que, entre otros avances, se ha logrado que la máxima universidad del estado cuente con un Protocolo para la Prevención y Atención de la Violencia de Género.
“Llevamos cuatro años y un año en concreto trabajando sobre este tema y ha cobrado mucha importancia en la agenda de la Uady y de otras universidades”, expuso.
Dijo que al inicio de esta lucha no había un canal para denunciar y no solo la comunidad estudiantil, sino la planta docente, administrativa y manual, a pesar de existir casos de violencia de género contra mujeres, incluso entre las trabajadoras.“Como el año pasado que estuvimos acompañando a unas trabajadoras y estos últimos meses ha surgido el caso de otras trabajadoras que han visto la posibilidad de acceder a la justicia”.
Ha sido un camino complicado, de mucha violencia, incluso hacia los propios integrantes de colectivos, por fortuna, ya se reconoce, pero lo que falta es que haya los mecanismos y que se acate como debe de ser, expuso.
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“Y ya está considerado el tema de acoso a nivel estatal, incluso, surgió la red de universidades violetas y ahora cada universidad, bien o mal, están iniciando a tomar acciones y ya después se debe hacer el análisis de cómo está el procedimiento, pero ya hay un gran avance”, expuso.
Este tema, de la violencia y acoso que prevalece, particularmente en contra de las estudiantes, ya está en la agenda de dirigentes estudiantiles, de personas claves en la universidad.
Dijo que ningún cambio se da de un día para otro, son procesos tardados, pero colocar el tema, el buscar los modos y las formas de que sea visible es un tema primordial en la agenda y solo queda seguir adelante.
Este pasado 8 de marzo se mantuvo la misma demanda: “alzar la voz contra las injusticias, hacer colectividad y buscar las maneras para exigir justicia y espacios seguros para las mujeres, no solo en la universidad, sino lo que puede pasar en las calles, en la casa, en lo digital, en lo comunitario”.
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