El Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (HRAEPY) presentó un moderno equipo de hemodinamia que tiene el objetivo de disminuir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, con el uso de alta tecnología para procedimientos de cateterismo y tratamientos de mínima invasión.
Este equipo fue donado por la Fundación Gonzalo Río Arronte y funciona desde octubre pasado, aunque la entrega formal fue ayer por parte de Javier Moctezuma Barragán, dirigente de la agrupación, a Alfredo Jesús Medina Ocampo, director del hospital.
Durante su intervención, Amonario Olivera, jefe de la División de Cardiología, anunció que se cuenta ya con una segunda sala de hemodinamia de la marca Philips, modelo Azurion 3, que tiene nueva tecnología.
“Esta tecnología nos ayuda a que podamos ver adecuadamente las lesiones coronarias o de cardiopatías congénitas o problemas a nivel neuro circulatorio a nivel del cerebro”, explicó.
“Aquí se atienden pacientes con cardiopatías congénitas, infarto agudo al miocardio, pacientes que requieren marcapasos y otros”, agregó Olivera.
Expuso que no hay hospitales públicos en el sureste del país que cuenten con esta tecnología, que de diciembre a la fecha realizó 167 procedimientos.
Este equipo permite tratar diferentes patologías mediante estudios de cateterismo y dar tratamiento de mínima invasión para patología cardiaca, arterial y neurocirugía y, en su momento, para el tratamiento de cardiopatías congénitas del recién nacido.
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Precisó que las enfermedades cardiovasculares son la causa de muerte más común en Yucatán, principalmente el infarto al miocardio.
Ese padecimiento está relacionado con una dieta basada en grasas, alto consumo de carbohidratos y agua rica en calcio; estos factores inciden en que las arterias presenten lesiones más complejas.
“Las estadísticas nos marcan que la mortalidad por infarto agudo al miocardio es mucho más alta que el promedio nacional”, indicó el especialista.
“Las personas que más se infartan entre los 60 y 66 años, hombres y mujeres, aunque hay excepciones. En el HRAEPY el promedio de pacientes es entre 61 y 63 años”, detalló.
“Actualmente en México el porcentaje de mortalidad por infarto es del 27.5% y tenemos un programa a cinco años para bajar esta mortalidad a menos de 10%”, concluyó.
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