Turistas nacionales y extranjeros ingresaron de nuevo a la zona arqueológica de Chichén Itzá en un buen número, con lo cual empezó la recuperación de la afluencia perdida y los ingresos económicos interrumpidos durante 10 días por un bloqueo de la carretera federal.
Si se toma como base que diario entran de 6 mil a 7 mil visitantes a Chichén Itzá, como dijo el director de la zona arqueológica Marco Antonio Santos Ramírez, se calcula que no ingresaron en esos 10 días aproximadamente 70 mil turistas.
La cuota de pago para el ingreso de turistas extranjeros es de $571 (28 euros, $486 (24 euros de cuota estatal) y $85 de cuota federal (4 euros). Los visitantes nacionales pagan $283 ($198 de cuota estatal y $85 de cuota federal).
De acuerdo con datos proporcionados, con la noticia de la reapertura de los tramos de Xcalacoop y Pisté que son los que conectan con Chichén Itzá, desde antes del horario oficial de ingreso, a las 8 de la mañana, ya había turistas en la fila para la compra de boletos de acceso.
De nuevo llegaron vehículos rentados, particulares, camionetas y autobuses turísticos con los visitantes que quieren admirar las maravillas de la civilización maya y la pirámide de Kukulcán, que es maravilla del mundo desde 2007.
Miles ingresan al sitio maya
Las filas de turistas se formaron a lo largo del día, entraron en grupos numerosos a los recorridos y disfrutaron de un clima caluroso y esplendoroso, con un cielo despejado y nubes que dieron una escenografía espectacular a la pirámide El Castillo, también llamada de Kukulcán.
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Para las 13:00 horas de este jueves, 3 mil personas habían ingresado a la zona arqueológica, según datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Así, todo volvió a la normalidad en Chichén Itzá y la afluencia del turismo devolvió la agitada vida comercial a Pisté y la derrama económica que se extiende a restaurantes, hoteles, tiendas de artesanías, guías de turistas, taxistas y comerciantes en general.
Los dos tramos carreteros fueron bloqueados por los inconformes desde el 2 de enero, como parte de una protesta de artesanos, comerciantes, guías de turistas y ejidatarios.
Con la intermediación de la delegación de la Secretaría de Gobernación en Yucatán y el ofrecimiento de atender las demandas de los manifestantes se logró la liberación de la vía federal desde las 5 de la tarde del miércoles.