Se publicó en el Diario Oficial de Yucatán la actualización del Plan Estatal de Desarrollo 2018-2024, un documento que se tuvo que modificar por los efectos de la pandemia, por los fenómenos meteorológicos y para alinearlo a la Agenda 2040.
Aunque el Plan Estatal se publicó en marzo del 2019, se expone que el panorama de la planeación cambió a consecuencia de la emergencia por la Covid-19, por las afectaciones de las tormentas y lluvias atípicas que se presentaron en 2020, que hizo patente la necesidad de solicitar la declaratoria de emergencia y de desastre natural.
En este tenor, el documento expone que se tuvieron que ajustar acciones y estrategias para la solución de las problemáticas y la participación de la población yucateca “para realizar una nueva hoja de ruta que contenga previsiones a mediano y largo plazo”.
El 8 de diciembre de 2021, inició, a nivel local, la formulación de la Agenda 2040, la cual quedó conformada por 65 objetivos, 164 estrategias y 760 líneas de acción, puntos en los cuales se basa la actualización del Plan Estatal de Desarrollo.
Ahora se debe hacer una actualización de los programas presupuestarios y de los instrumentos de planeación, según se menciona en el texto.
“Es un documento que responde a la nueva realidad; a los retos que trajo consigo la pandemia del COVID-19; a lograr un cambio estructural; tener una sociedad más resiliente; a no dejar a nadie atrás; atender las divergencias territoriales; y a establecer sinergias entre los actores público, privado, social, del sector académico y, en general, de la sociedad”, se lee en el texto.
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Entre los muchos aspectos y metas del Plan, alineado con los objetivos del 2040, destacan algunos como incrementar la inclusión social activa en el estado; incrementar la autonomía y el empoderamiento de las mujeres que habitan en el estado de Yucatán.
Mejorar las oportunidades para las personas que viven con alguna discapacidad para que tengan una mayor calidad de vida; reducir la incidencia delictiva; mejorar la eficiencia de las instituciones de seguridad y justicia de la administración pública.
También, aumentar la confianza en el Sistema de Justicia; mejorar la eficiencia en los procesos de impartición de justicia; incrementar la toma de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades de la población; disminuir la mala nutrición en la población del estado desde la primera infancia.
Se considera también, reducir la incidencia de las violencias hacia las mujeres; incrementar la producción de bienes y servicios culturales; preservar las tradiciones e identidad cultural maya; mejorar los mecanismos de promoción de la salud para prevenir enfermedades y trastornos que afectan a la población del estado.
Aumentar el uso eficiente del agua; mejorar la calidad del agua; mejorar el sistema de transporte; incrementar la producción de bienes y servicios deportivos; incrementar el uso eficiente de la energía; incrementar la producción agrícola, entre otros.
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