Promotores ahogados por deudas y compradores que dejan de pagar mensualidades: el sector inmobiliario en China atraviesa una crisis que podría impactar en la economía del país y en el mundo.
Crisis inmobiliaria en China: ¿debe el mundo preocuparse?
La reforma del alojamiento en China de 1998 creó un mercado que creció de manera fulgurante. Entre las razones, algunas culturales, como el hecho de que comprar una casa es, a menudo, un requisito previo para casarse. Además, los bancos concedieron abundantes créditos tanto a los promotores como a los compradores.
Los promotores trabajan la mayor parte del tiempo con un sistema de preventas en el que los bienes son vendidos antes de que comience su construcción, por lo que el país tiene 225 millones de metros cuadrados de alojamiento por terminar, según Bloomberg.
La multiplicación de promotores se vio acompañada por un incremento de precios, lo que preocupa al Gobierno porque muchos ciudadanos ya no tienen los medios para acceder a la propiedad. Otro punto de preocupación es el endeudamiento masivo de los promotores. Para reducir las deudas del sector, China endureció en 2021 las condiciones de acceso al crédito a los promotores, cortando una vía de financiamiento y desencadenó una ola de suspensión de pagos.
La crisis del antiguo número uno del sector Evergrande hizo que apareciera una nueva forma de protesta: la suspensión de pagos de créditos inmobiliarios. Ante los retrasos en obras, compradores de alojamientos que aún no están terminados dejaron de pagar los créditos hasta que se retomen los trabajos.
Dada la interconexión de China con el resto de países, un contagio de la crisis inmobiliaria al sector financiero tendría repercusiones internacionales, según analistas.
«Si se multiplican las suspensiones de pagos, podría tener graves consecuencias económicas y sociales», advierte la agencia de calificación Fitch. Ya en mayo, la Fed afirmó que el empeoramiento de la crisis inmobiliaria china podría tener consecuencias en el sistema financiero del país. En un escenario así, la crisis impactaría al comercio mundial, afirmó Fitch.