Defensores de derechos humanos, ambientalistas, comunidades indígenas y campesinas en resistencia, personas expertas y académicos de Argentina, México, Chile, Ecuador y Estados Unidos presentaron en la ciudad de Mérida, Yucatán, la “Declaración de América sin mega fábricas de cerdos”, a fin de exigir y recordar las afectaciones sociales y ambientales que genera esa industria.
En el marco del Foro internacional sobre los impactos sociales y ambientales de las mega fábricas de cerdos, que se realizó en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Mérida, donde los pueblos del continente americano, incluyendo a la comunidad maya de Homún, Yucatán, México, exigieron en la
Declaración el cese de la expansión de las mega fábricas de cerdos en el continente, y manifestaron su rechazo hacia la imposición de esos proyectos en sus territorios.
La lectura de la Declaración estuvo a cargo de José Clemente May Echeverria, representante de los Guardianes de los Cenotes “Kanan Ts’ono’ot”, en la cual se explica y detallan las afectaciones del modelo agroindustrial el cual se extiende desde Estados Unidos al resto de América.
Los pueblos americanos subrayaron que lo anterior “reproduce los patrones de explotación del capitalismo más voraz que afecta y despoja a los territorios indígenas, genera fractura del tejido social y cultural, violentando la vida pacífica de los pueblos, contaminando la naturaleza y potenciando la crueldad y explotación animal”.
También reiteraron que las mega fábricas de cerdos violan el derecho a la salud de las personas y de las comunidades, el derecho al agua y al saneamiento, el derecho a la integridad personal, los derechos laborales, el derecho a la alimentación adecuada y el derecho a la información y la participación al dañar el medio ambiente de manera irreparable.
Piden suspensión definitva de granja porcícola en Sitilpech
“Estas mega fábricas producen una gran cantidad de desechos tóxicos y orgánicos que contaminan los suelos, el aire y el agua. Cuando los residuos de las mega fábricas de cerdos se descomponen, liberan sulfuro de hidrógeno, amoníaco y cientos de compuestos orgánicos volátiles, además de metano y óxido nitroso, dos potentes gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Los olores y la pestilencia causan náuseas, dolores de cabeza, mareos, secreción nasal, picor de garganta, ardor en los ojos, tos y dificultad para respirar. Además, afectan la salud respiratoria de las personas que viven cerca de estas instalaciones y se asocian a enfermedades respiratorias, como el asma en la niñez.
Las mega fábricas de cerdos también usan grandes cantidades de agua: solamente para producir un kilogramo de carne emplean 6 mil litros del líquido. Por otro lado, la contaminación que genera esta industria en el agua puede perjudicar a los seres humanos, a la fauna y al medio ambiente”, precisaron.
Derivado de los graves impactos y las violaciones a los derechos humanos de las personas y la naturaleza, los integrantes de la Declaratoria exigieron a los gobiernos de Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos, México, bancos y donantes y a las instituciones internacionales se atienda al llamado.
“Exigimos que se frene la alarmante expansión de las mega fábricas de cerdos a nuestros países impulsada por acuerdos comerciales, subsidios e incluso bancos de desarrollo.
Por lo que exclamaron ¡No otorguen más permisos para este tipo de industria ¡Ni una mega fábrica de cerdos más!, así como el cierre inmediato de las mega fábricas de cerdos que se encuentran operando.
Piden que no subsidien este modelo agroindustrial e inviertan en una agricultura que garantice la soberanía alimentaria mediante la agroecología, el cultivo y la alimentación ancestral. Además de respetar el derecho a la libre determinación, a la tierra y el territorio de las comunidades indígenas y campesinas afectadas por la industria porcícola, así como el principio de precaución y prevención frente a las mega fábricas de cerdos.
Cabe mencionar que las organizaciones firmantes de la Declaración son las siguientes:
Acción Ecológica; Agua para todos, agua para la vida; Article 19, Oficina México y Centroamérica, A. C.; Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas; Atención Comunitaria U Yutzil Kaaj; Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; CartoCrítica, Investigación, mapas y datos para la sociedad civil; Center for Biological Diversity; Che’en Kuxtal; Co’ox Mayab; Colectivo de Derechos Humanos Yopoi; Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán; Consejo Maya del Poniente de Yucatán “Chik’in-ja”; Fundación para el Debido Proceso (DPLF); Greenpeace México; Indignación.
También, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A. C.; Kanan Derechos Humanos, A. C.; Kanan Lu’um Chapab; La Esperanza de Sitilpech; Mundo y Conciencia, A. C. Museo del Hambre; Observatorio para la Defensa del Territorio Maya; Red Ciudadana por la Sostenibilidad de Yucatán; Red de Abogadas y Abogados por la Soberanía Alimentaria (REDASA); Red de Apoyo Comunitario (Redacom), Yaxkukul; Seminario Interdisciplinario sobre el Hambre y el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; Slow Food Chile, la Universidad Andina Simón Bolívar y Waterkeeper Alliance.
Belén Martín
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