REDACCIÓN
Las altas concentraciones de químicos que emanan los cerdos criados en la granja de Kekén, amenazan a Sitilpech, pues afecta la calidad del agua y los cultivos, denunciaron los habitantes de dicha comunidad, al clausurar, de manera simbólica, este recinto porcícola.
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Los afectados apuntaron que la orina y excremento de los cerdos son trasladados a la localidad mediante tuberías construidas por la empresa Kekén.
Por esta razón, dicen, temen en especial por la salud de los infantes, quienes tienen mayores riesgos sufrir el llamado ‘síndrome del bebé azul’.
Los pobladores conformaron el colectivo ‘Esperanza de Sitilpech’ para manifestarse contra la instalación de la granja pues, aseguran, los administradores no informan cuál es el alimento que se les da a las crías para hacerlas engordar rápidamente y que este pudiera ser el causante de los desechos tóxicos de los animales que, en consecuencia, llegan a la comunidad.
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En el bloqueo simbólico, los inconformes portaron pancartas con leyendas como “Están contaminando el agua, el aire y el suelo” y “Fuera Kekén, el pueblo no quiere la granja”.
Sin embargo, esta no es la primera protesta del colectivo, a la que se sumó la asociación Kanán Derechos Humanos, pues desde mediados del año pasado pidieron a las autoridades el cierre del recinto que alberga a más de 48 mil cerdos, aunque no han sido escuchados.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, Yucatán es el quinto estado con mayor cría de ganado porcino; actividad que en 2020 produjo un millón 819 mil 970 cabezas, lo que equivale a siete mil 241 millones de pesos de derrama económica.
Empero, esta actividad, una de las más importantes en la entidad causa problemas ambientales como la contaminación del agua subterránea y la atmósfera, degradación del sueño y daños a la salud humana.
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Además, recalca el comunicado emitido por el gobierno federal, 42 de las granjas porcinas se ubican en “sitios de atención prioritaria” por la conservación de la biodiversidad.
Respecto a la cianosis o síndrome del bebé azul, el Departamento de Salud de Washington refiere que la presencia de nitrato en el agua reduce la oxigenación, especialmente en lactantes, quienes demoran más tiempos en normalizar los niveles y capacidad de los glóbulos rojos.