Falta menos de una semana para la inauguración de la mayor cumbre internacional sobre cambio climático y, sobre la mesa de discusión, los problemas sobre la contaminación solo se acumulan.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de Naciones Unidas informó que las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera alcanzaron un nuevo récord el año pasado… a pesar del resguardo generalizado por la pandemia.

La concentración de dióxido de carbono (CO2), alcanzó en 2020 las 413 partes por millón (ppm) y se sitúa en el 149 % de los niveles preindustriales. En cuanto al metano (CH4) y al óxido nitroso (N2O), sus concentraciones equivalieron, respectivamente, al 262% y al 123% de los niveles de 1750, el año elegido para representar el momento en que la actividad humana empezó a alterar el equilibrio natural de la Tierra.

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La pandemia no tuvo efectos en la contaminación

Aunque se produjo un descenso de nuevas emisiones, la desaceleración económica causada por el Covid-19 no tuvo ningún efecto en los niveles atmosféricos de los gases ni en sus tasas de aumento. Al respecto, la OMM explicó que, de no frenar las emisiones, la temperatura mundial seguirá subiendo.. y que aunque fuera posible llegar a la neutralidad de carbono en el futuro inmediato, la temperatura actual persistirá durante varias décadas, pues gases como el CO2 tienen una vida de hasta 200 años en de la atmósfera.

¿Y ESO CÓMO AFECTA?

El efecto de estas emisiones dentro de la atmósfera retiene el calor, lo que deriva en el aumento de la temperatura a nivel global, el deshielo de los glaciares y afectaciones drásticas a los ecosistemas. Un ejemplo es el fitoplancton, que contribuye a que los océanos produzcan la mitad del oxígeno de la Tierra y, al mismo tiempo, almacenen al menos una cuarta parte del CO2 emitido por los combustibles fósiles quemados por el ser humano, y cuya especie de aguas cálidas muestra un desplazamiento acelerado hacia los dos polos en las últimas décadas, sustituyendo al de aguas frías, lo que obliga a las especies que se alimentan de él a adaptarse o marcharse.

Después que en 2009 -en la Conferencia de Copenhague sobre el Clima-, los países ricos se comprometieran a aumentar la ayuda a los Estados del sur para la lucha contra el cambio climático en 100 mil dólares anuales… más de 10 años después aún se encuentran muy lejos de la meta. Este fin de semana el Gobierno británico buscará convencer a 200 países para que reduzcan sus emisiones y contener el fenómeno por debajo de 1.5° C. La cita en la COP26 arranca este 31 de octubre con la presencia de los países más contaminantes.

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