La representación del año viejo más grande del sureste mexicano quedará inconcluso por segunda ocasión debido a la contingencia sanitaria del Coronavirus, anunció su creador Julián Guerrero Medina.
Tras el anuncio de la prohibición de la tradicional quema del viejo en Acanceh, el coloso de más de seis metros quedó sin terminar y será guardado por segundo año.
El año pasado, Julián comenzó a trabajar meses antes en la confección del “gigante”, esta vez ni siquiera hizo el intento por terminar lo que había empezado en 2020.
Julián Guerrero Medina comenzó la tradición anual de crear el Viejo Gigante en el año 2009 para recordar a Irmin Gaspar, el hijo mayor de su matrimonio con Martha Dzul, fallecido también en 2009 a causa de complicaciones causadas por el virus de la influenza A-H1N1.
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Pero este año también han surgido otras razones de peso para la familia, así como a sus familiares cercanos quienes han perdido a alguien en esta pandemia. Así la familia de los Guerrero-Dzul han sufrido la angustia de tener a familiares hospitalizados, a causa de la Covid-19.
“No hemos tenido pérdidas directas en el grupo familiar, pero sí casos graves e incluso hospitalizados y apenas hace dos semanas sufrimos la pérdida de mi suegra por enfermedades propias de la vejez”, expresó Julián.
“Y como el año pasado, esta vez la decisión de cancelarlo tampoco fue fácil, pues recordemos que nació como una promesa póstuma para Irmin (su hijo) quien siempre pedía hacer un muñeco de año viejo para quemarlo, una arraigada tradición entre los yucatecos”; finalizó.
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