La edición 45 del Tianguis Turístico de México rompió todas la marcas previas: la inversión para organizarlo superó los 400 millones de pesos, y desde el primer día hubo cosas extraordinarias: la primera, la aparición del gobernador de Nuevo León, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que se tuvo que amparar para asistir a la inauguración.
Es el evento del año por muchas razones, particularmente porque es ejemplo del esfuerzo de las empresas del sector, algunas apoyadas por los gobiernos estatales y otras por su iniciativa propia para poder reactivar y mantener una de las fuentes generadoras de recursos más importantes para el país.
Los 32 estados tuvieron pabellón en el Centro de Convenciones y Exposiciones Siglo XXI, donde mostraron sus atractivos turísticos, pero la innovación más sobresaliente del evento fue el incluyente; nunca en las 44 ediciones anteriores se había tomado en cuenta a la gente con discapacidad.
El primer tianguis inclusivo logró superar las metas con la presencia de 43 países, con el mayor número de delegados y mil 635 compradores, superando incluso las cifras de la edición 42 de 2017, realizada en la cuna original del evento, Acapulco, Guerrero, a donde regresará, como cada dos años, en 2022.
Aparte de que durante la principal feria turística se dio a conocer cómo serán por fuera y dentro los vagones del Tren Maya, se dio a conocer cómo serán los boletos para abordar.
Y es que el último día del encuentro, el recinto se abrió al público, que no desaprovechó la oportuniad y abarrotó la sede.
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El estado anfitrión sorprendió con el lanzamiento cada día de un producto nuevo —sí, cada día—: desde nuevos itinerarios para observación de estrellas, a vivir visitas a comunidades mayas, o a los más de 100 kilómetros de senderos caminando o en bicicleta, el cicloturismo como nuevo concepto.
El mejor pabellón fue el de Coahuila, porque haciendo honor a la entidad, tuvo dinosaurios animados, y para no variar Cancún y la Riviera Maya fueron los destinos más buscados seguidos de Mérida, y es el mejor no por las cifras sino el valor cualitativo mostrado en el slogan de ocasión: “El renacer del turismo”.
Para 2020 se pensaba bautizar como “Tianguis del Equinoccio” de Yucatán porque iba a coincidir con ese momento astronómico; sin embargo, tras la pandemia, se cambió por el “renacer” debido a que eso fue para toda la industria después de la fase más crítica de la covid-19.