El municipio de Tekantó vive una polémica entre las autoridades civiles y religiosas, sobre la incierta realización de la visita anual a la imagen del Cristo Negro de la Exaltación a la parroquia de San Agustín en Citilcum, Izamal el 15 de noviembre. Pues esta situación causó una agria disputa entre el alcalde y el párroco de la localidad.
Alcalde y párrocos se enfrentan por el cristo de la exaltación en Tekantó
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La confrontación comenzó cuando, a través de sus redes sociales, el alcalde de Tekantó, Marvin Carrillo Sosa hizo público que el párroco Roger Enrique Mukul Cen, “no accedió a la demanda generalizada de la ciudadanía para realizar entre otras actividades, la Procesión para venerar al Santo”, como anhelan cientos de feligreses.
“Aquí en Tekantó pugnamos porque el párroco acceda a realizarla y con la bendición del Cristo pronto la pandemia sea solo un mal recuerdo”, publicó el edil.
Carrillo Sosa agregó que realizará un pequeño baile popular gratuito para todos los feligreses “aunque el padre tampoco accedió a presentar al Santo en el atrio de la iglesia para venerarlo”.
En respuesta a lo anterior, el pasado martes, el párroco Mukul Cen publicó en la cuenta de Facebook de la parroquia San Agustín
“Todos hubiéramos deseado que las cosas fueran como antes de la pandemia; sin embargo dada la situación que seguimos viviendo, estando aún en semáforo amarillo, la parroquia no hará el tradicional recibimiento y bronceo, esto con la finalidad de evitar aglomeraciones; se seguirán las medidas de contingencia tratando de salvaguardar la salud de nuestra comunidad…
“Todas las medidas están bajo el conocimiento y aprobación de la Arquidiócesis de Yucatán y nuestro arzobispo Mons. Gustavo Rodríguez Vega”; explicó el párroco.
El padre Mukul Cen posteó los horarios la iglesia y recordó que los boletos de ingreso son totalmente gratuitos y se pueden solicitar en la oficina parroquial.
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“Hacemos el anuncio de que nuestra iglesia de Tekantó recibirá con gusto a sus feligreses para la visita del santo, en horarios entre semana de 8 de la mañana a 12 del día y de 5 a 8 de la tarde. Nuevamente contemplando la sana distancia y los protocolos de sanidad correspondientes”.
Y recalcó, “por otra parte, la iglesia se deslinda de toda responsabilidad ante los eventos de convocatoria masiva que se realicen durante la estancia del Cristo en nuestra comunidad”.
La publicación del sacerdote creó grave polémica entre los pobladores quienes se dividieron entre dos bandos uno de los cuales criticó severamente al párroco.
Y hasta ahora la confrontación prevalece.