El truco para recuperarlo no es nuevo, nuestros abuelos ya lo empleaban, aunque sus panes tenían una vida más larga que los actuales. Simplemente se trata de usar la humedad y el calor para que recupere su textura tierna y crujiente original
El truco para recuperarlo no es nuevo, nuestros abuelos ya lo empleaban, aunque sus panes tenían una vida más larga que los actuales. Simplemente se trata de usar la humedad y el calor para que recupere su textura tierna y crujiente original