Desde hace más de siete décadas, la familia González vive de la venta de luchadores de plástico de rebaba, elaborados rústicamente en un pequeño taller cerca del Tepeyac, en la Ciudad de México. Los González no se rinden con sus icónicos luchadores La fábrica que algún día tuvo más de 20 empleados entre empacadores, pintores, moldeadores, ahora solo funciona […]