Juan Manuel Contreras
En lo que va del 2023 se han registrado 195 fallecimientos por siniestros de tránsito, lo que significa que cada 28 horas fallece un yucateco por hechos viales que son prevenibles. Esta cifra supera ya la que se tenía el año pasado, por lo que se necesitan acciones de prevención, sobre todo de gestión de la velocidad, expuso el ingeniero en Vialidad, René Flores Ayora, del Centro Nacional de Prevención de Accidentes.
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De acuerdo a los números, hasta el 19 de septiembre de este año se han presentado 195 fallecimientos por siniestros de tránsito, a razón de 104 motociclistas, 23 viajeros o acompañantes, 29 conductores de auto, 10 ciclistas y 29 peatones.
Informó que el 2022 cerró con un total de 230 decesos por siniestros de tránsito; sin embargo, hasta el 19 de septiembre de ese año se tenía un registro de 162 muertes, por lo que las cifras del 2023 representan un incremento del 20.37 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
El especialista dijo que en este caso se necesita que se incrementen las acciones de prevención, sobre todo en temas de gestión de velocidad, porque cuando se dan este tipo de siniestros en los que se presentan muertes o lesiones graves, casi siempre se conjugan la velocidad, el consumo de alcohol, imprudencias y distracciones.
Muertes por siniestros viales ya superan al 2022
Por su parte, el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud (SS) federal, reporta que en lo que va del 2023 se han registrado un total de mil 234 accidentes de transporte en vehículos con motor, además de que se ha registrado un total de 114 peatones lesionados en accidentes de transporte.
Flores Ayora señaló que las muertes por los siniestros de tránsito son un problema de salud pública que es prevenible; y un punto muy importante, dijo, es la gestión de la velocidad ya que muchos de los siniestros ocurren por manejar a altas velocidades y no respetar los límites.
“Lo más delicado es que se puede afectar no solo el que maneja muy rápido, sino también a terceras personas”, advirtió.
Además, añadió, se suman otros factores, como en el caso de los motociclistas que no usan un caso certificado; o las personas que manejan autos que no usan el cinturón de seguridad, o que usan el teléfono celular al momento de conducir.
Por ello, reiteró que lo más importante es la reducción de la velocidad y para ello está pendiente la elaboración del Reglamento de la Ley de Movilidad en la entidad, que establezca con claridad lo que ya está en la Ley General de velocidades máximas, de 20 kilómetros en zonas de escuelas y hospitales.
Además, se reduce de 40 a 30 kilómetros la máxima en el centro y colonias; y de 60 a 50 kilómetros en avenidas. En tanto en periférico, que es de las vías más mortales, se queda en una máxima de 80 kilómetros por hora.