Mientras el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido celebra su 75 aniversario, esta venerada institución enfrenta graves desafíos para su supervivencia.
Te recomendamos leer: Disturbios en Francia ponen a prueba a Emmanuel Macron
El NHS es un conglomerado de cuatro sistemas gratuitos y universales de salud en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Fue creado en 1948 tras una serie de reformas sociales posteriores a la Segunda Guerra Mundial, con el propósito de dar tratamiento a corto plazo para lesiones e infecciones.
Sin embargo, hoy se enfrenta a las complejidades de una población envejecida y un aumento de enfermedades crónicas sin cura. Algunas de estas, como las cardiopatías, la demencia y la diabetes, requieren atención a largo plazo y consumen una parte significativa del presupuesto del NHS.
Según la BBC, 7 de cada 10 libras gastadas en el NHS se destinan a pacientes con enfermedades crónicas, y se espera que aumente el número de mayores de 65 años con al menos dos enfermedades crónicas. Las próximas décadas presentan desafíos formidables a medida que la generación del “baby boom” entre de lleno en las enfermedades propias de la vejez, lo que ejercerá una fuerte presión sobre la institución.
De acuerdo con IPSOS (julio de 2023), la confianza del público británico en el NHS ha disminuido, y casi la mitad (47%) cree que la calidad de la atención médica empeorará con los años. Las largas listas de espera para recibir tratamiento y la escasez de camas han puesto a prueba al NHS. Esto se refleja en niveles reducidos de satisfacción, con la proporción de personas que califican la calidad de la atención médica como “buena” o “muy buena” cayendo del 74% en 2020 al 48% en 2023.
La atención primaria (exámenes físicos, tratamiento de enfermedades comunes, atención preventiva, inmunización y otros servicios) está al borde del colapso. Cada vez más médicos generales están abandonando la profesión, lo que agrava la situación. Además, los tiempos de espera para citas han aumentado, en especial para tratar el cáncer.
No te pierdas: Servicio de seguridad encontró cocaína en la Casa Blanca
Han surgido llamados a una reforma fundamental y a enfoques innovadores en el NHS, como sugiere el ex primer ministro Tony Blair (1997-2007). Una de sus propuestas es permitir que los pacientes paguen para “saltarse la fila” y obtener acceso más rápido a la atención médica, lo que aumentaría el financiamiento del NHS. Otro enfoque, planteado por el laborista Wes Streeting, es la opción de recibir atención en el sector privado, utilizando bonos prepagados del NHS para garantizar que sea gratuito.