Pobladores del municipio de Ixil ganaron una demanda popular en contra de la inmobiliaria Aludra, pues pretendía construir un desarrollo habitacional en una zona protegida, además de no contar con los permisos correspondientes en poco más de 700 hectáreas; acusaron de complicidad de las autoridades estatales y ejidales de permitir que se haya talado fauna local, especialmente de grandes árboles al norte de la comunidad.
Una de las pobladoras, Trinidad Cisneros, en rueda de prensa realizada en la capital yucateca explicó que este revés ganado en favor de las personas originarias de Ixil que desaprueban este proyecto se construyó con el paso del tiempo, pues desde 13 de julio del 2022 presentaron ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) una denuncia popular en contra del desarrollo inmobiliario Aludra.
Indicó que, tras el recurso legal, se logró la clausura del proyecto por parte de la dependencia federal antes mencionada. Dijo que el argumento fue que los promotores de este proyecto ya habían empezado a talar selva para abrir caminos, esto sin contar con los permisos correspondientes.
Consideró que esta decisión de la instancia federal fue un acierto, en el sentido de que este proyecto pretendía vender un total de 712 hectáreas, las cuales aún pertenecen al ejido de Ixil, de las cuales ya se habían vendido solo 16 hectáreas por un monto cercano a los 65 millones de pesos, pese a las condiciones ya relatadas.
Por su parte, otro de los pobladores, Jorge Yam dijo que, al tratarse presuntamente de ventas indebidas, exhortó a los potenciales compradores de este desarrollo inmobiliario abstenerse de hacerlo, ya que el uso de la tierra aún pertenece al ejido de la localidad, por lo que no puede ser usada como propiedad privada.
Detalló que fue el pasado martes, cuando las autoridades federales les comunicaron el resultado de la demanda interpuesta en un lugar en donde aún es selva virgen sin ningún servicio básico, llámese agua potable o energía eléctrica.
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Lamentó que la inmobiliaria ya estaba en un segundo proceso para vender otro tanto del total de las 712 hectáreas, lo que calificó como “una nueva ciudad en medio de la selva”.
Asimismo, Beatriz Garrido, también integrante de la comunidad, dijo que esta empresa está actuando de mala fe, incluso señaló que se talaron árboles de más de 100 años. “No estamos peleando dinero, ni nada, solo nos preocupa nuestra comunidad”, sostuvo.
Recordó que Ixil es un municipio horticultor por excelencia y sus cebollitas son reconocidas en todo el estado, por lo que consideró que estos desarrollos inmobiliarios, únicamente ocasionan problemas medioambientales, tales como las inundaciones que experimentaron en 2020.
Por último, los pobladores acusaron al comisario ejidal de este municipio, Isidro Navarro de estar del lado de los empresarios tratando de desaparecer la figura jurídica comunal de los hombres y mujeres de campo.
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