Se llevó a cabo una reunión de la Comisión de Salud en el Congreso del estado, para fortalecer el trabajo que se hace desde el Legislativo en materia de salud mental, donde expertos pusieron sobre la mesa varios temas y, sobre todo, mencionaron la necesidad de llevar a cabo un trabajo coordinado y con un cambio de enfoque.
Diana Tejadilla Orozco, directora del Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental del Gobierno de México, expuso que desde que inició la administración federal se hizo un análisis de los documentos normativos de salud mental y adicciones y parte de lo que se encontró es que las instancias están separadas.
“Cada quien hace su trabajo, por su lado, y el tema de las adicciones, por ejemplo, se ve con un enfoque prohibicionista que tiene que ver con cuestiones policiacas de seguridad, pero, finalmente, los problemas de adicción son problemas de adicción mental y deben ser tratados por el sector salud y en colaboración con el sector educación y otros sectores”, indicó.
Reiteró que se debe trabajar en salud mental y no en patología mental, que ir al psicólogo, por ejemplo, no sea sinónimo de locura.
“Debemos atender a la definición de salud de 1948, de la OMS, donde dice que la salud no es solamente la ausencia de enfermedades, sino el estado de completo bienestar físico, mental y social”, dijo.
En este contexto, dijo que esta definición implica poder contender con el estrés cotidiano, que siempre va a existir, que podamos desarrollar nuestras habilidades, poder ser productivos y contribuir con nuestra comunidad, y donde México lo ha venido dejando de hacer con este problema de violencia.
Expuso que de los 32 estados del país solo 17 cuentan con una Ley de Salud Mental, incluido Yucatán.
“Pero en ningún lugar en el país tienen bien conformados los criterios específicos una Ley de Salud Mental; es fundamental tener avances, para aterrizar, ya hay propuestas del Gobierno federal para tratar la ruta, se propone un reglamento de salud mental adicciones, por ejemplo”, señaló.
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Cristian Molina Pizarro, director del Instituto de Salud Mental del Estado de Yucatán, abordó el tema del suicidio y dio que se ha mencionado a menudo que el 90 por ciento de estos casos son por trastorno mental, lo que dio es un dato que es totalmente falso, pues procede de autopsias psicológicas que ya no sirven como precedente.
“En este enfoque se busca confirmar que hay trastornos mentales, intentos precios o consuno de sustancias, pero el trastorno mental no es una condición necesaria ni suficiente para el suicidio y si así fuera cualquiera de los cientos de trastornos definidos, todos tendrían un comportamiento suicidio y no es así”, expuso.
Si bien existe relación entre la psicopatología y el comportamiento suicida, esto no autoriza, dijo, que la psicopatología no es la causa del suicidio, pero prevalece en muchos casos una naturalización biomédica del fenómeno.
“No es cierto que todos los comportamientos suicidas estén relacionados con un trastorno mental y es básico saberlo. Es importante la topografía, la relación que hay entre la patología, la comorbilidad, al trastorno mental, el cómo se relacionan que lleva a diferentes tipos de comportamiento, la intención que sigue el sujeto”, expuso.
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