El Fideicomiso Público para la Administración de la Reserva Territorial de Ucú publicó en el Diario Oficial del Gobierno de Yucatán la licitación para que se realice el Proyecto Ejecutivo de Diseño Urbano de las etapas 2 y 3, con lo que se confirma que se revivirá el plan de desarrollar viviendas en los terrenos que tienen más de 3 mil hectáreas.
Será el 18 de noviembre cuando se abrirá la etapa para recibir propuestas y el plazo de ejecución del proyecto será de 30 días, de acuerdo con el documento. El desarrollo de viviendas en estas tierras de Ucú es un proyecto de hace varios años que no se ha concretado.
Sin embargo, funcionarios de la administración estatal han señalado en comparecencias ante el Congreso del estado, que se revivirá el proyecto y que, precisamente, se revivirá el Proyecto Ucú para el desarrollo de viviendas y responder al crecimiento demográfico de la zona en la que se han asentado varias industrias.
Sin embargo, se sabe de la relevancia del proyecto que se debe realizar porque, de acuerdo con el secretario de Fomento Económico y Trabajo, Ernesto Herrera, de las 3 mil 150 hectáreas que comprenden la reserva, hay unas 600 con vestigios arqueológicos.
Se trata de tierras que forman un polígono que se encuentra al norte del municipio de Ucú, y colindan con Caucel en Mérida y están cerca de Sierra Papacal.
Desde el 2008 se habló de un desarrollo inmobiliario de 58 mil viviendas en lo que se llamó entonces “Plan Maestro Ucú”, en los terrenos propiedad del Gobierno del estado y se dijo que parte de las viviendas serían para los trabajadores del Parque Científico y Tecnológico de Yucatán. Sin embargo, los anteriores gobiernos no lo desarrollaron.
Buscan fortalecer la Ley de Víctimas en Yucatán
La idea es construir infraestructura que eleve el valor de la tierra y que se convierta en liquidez para inyectar al Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (ISSTEY).
En 2014 el Congreso del Estado aprobó la donación de la Reserva Territorial de Ucú, de más de 3 mil hectáreas, al Fideicomiso Público y se tendría la participación del ISSTEY como beneficiario del proyecto inmobiliario que se proyectaba en la zona, el cual no se desarrolló.
Las más de 3 mil hectáreas en cuestión fueron donadas por el gobierno de Rolando Zapata Bello al ISSTEY, para liquidar las deudas que se tenían con el instituto, del gobierno anterior, y que sumaban unos 2 mil millones de pesos de cuotas de los trabajadores que no se entregaron al instituto.
El ISSTEY recibiría el 30% de las utilidades que se esperaba que generara el proyecto hasta que se saldará la deuda. Luego, se canalizaría el 20% de las utilidades al instituto para garantizar su funcionamiento y la certeza al pago de pensiones y jubilaciones.