En ocasión de la celebración de los 374 años filial compromiso, se realizó el voto de gratitud a la Virgen de Izamal, por parte del Venerable Cabildo de la Catedral de Mérida. En la comisión participó un número importante de canónigos que conforman dicho grupo que todos los años baja hasta la ciudad para ofrecer la misa de votiva en honor de la Asunción de la Virgen María.
Los canónigos asistentes fueron Alberto Ávila Cervera, José Ignacio Kemp Lozano, Gilberto Pérez Ceh, Gaspar Arceo Castillo y Pedro Novelo. En la misa también concelebró el párroco del santuario, Fray Mario Moo Chalé, quien dio la bienvenida a los canónigos, que llegaron a depositar el voto ante la imagen de la patrona titular de Yucatán.
Cabe destacar que aún en plena pandemia se realizó este voto, primero a través de un delegado religioso, y este amo con la presencia destacada de los clérigos mencionados.
Durante su homilía, el canónigo Raúl Ignacio Kemp Lozano exhortó a los fieles a seguir el ejemplo de María en la ayuda prestada a los más necesitados, a nuestro prójimo, y refirió con énfasis:
“Hace cerca ya de cuatrocientos años nuestros abuelos, movidos por la gran piedad y desahuciados de la ciencia paupérrima, volvieron sus ojos a Dios y pidieron la intercesión de Nuestra Señora de Izamal, que fue llevada a Mérida caminando y se expuso en la Catedral, donde se le rezó una novena, y después la regresaron a su santuario aquí en Izamal, desde entonces la enfermedad cesó y fue entonces que los sacerdotes del Cabildo de la Catedral decidieron hacer este voto solemne y juraron venir a Izamal todos los años, por siempre, a darle gracias por su intersección poderosa”.
Al término de la eucaristía, los canónigos asistentes se acercaron al altar de la Virgen de Izamal, Reina y Patrona de Yucatán, para orar en silencio y posteriormente se cantó la Salve Regina en latín, coreada por los feligreses que pudieron asistir al acto especial anual.
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La imagen de Nuestra Señora de Izamal fue bajada en la misa del mediodía, en la víspera de la fiesta mariana, con notable asistencia de feligreses que llegaron a asistir a la devoción religiosa.
Sobre esto, Rubí Briceño May, integrante de los grupos apostólicos de la parroquia comentó que “Estos días de agosto son muy especiales porque baja la Virgen, baja Mamá Linda como le decimos de cariño, y la podemos ver y sentir cerca de todos, ahora, aunque la pandemia ha bajado, es necesario ingresar con los cuidados pertinentes, pero ella está aquí dándonos su amor y confortándonos en todo, más en esta situación que impera de pandemia”.
Historia
Según se dice, este voto fue realizado en el año de 1648, por el Cabildo de Catedral y por el Ayuntamiento Colonial de Mérida, con el fin de enviar cada año a un canónigo y a un regidor a ofrecer la misa y fiesta a los pies de la Virgen de Izamal, por haber liberado a todo Yucatán de la peste de fiebre amarilla.
Este año se cumplieron 374 con el voto especial, que se ha visto con dificultades a lo largo de esas casi cuatro centurias.
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