REDACCIÓN
Desde que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) canceló la construcción de la termoeléctrica de la empresa Iberdrola debido a irregularidades en los documentos de impacto ambiental en Kanasín, Yucatán, se ha generado polémica en torno al daño que podría causar.
Iberdrola, un cáncer para el ecosistema
Lo que ha tomado a consideración el colectivo Ma’alob Cuxta (Vida Buena), el cual está conformado por pobladores de Kanasín y San Antonio Tehuitz.
Esta agrupación se ha mantenido alerta por dicho proyecto, ya que esperan que Iberdrola someta una revisión para reanudar labores, por lo que se han encargado de recabar información que revelaría los daños que causaría la construcción de esta termoeléctrica en Kanasín.
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Los miembros del colectivo dieron seguimiento al proceso de Evaluación de Impacto Ambiental donde notaron irregularidades en el proceso, así como los efectos en el ecosistema que este generaría.
Por lo cual, el colectivo Ma’alob Cuxta, junto a académicos y organizaciones, han encontrado que el megaproyecto quemaría 150 millones de pies cúbicos de gas al día, “generando más emisiones que todos los vehículos de Yucatán juntos”, que serían desalojados a través de una chimenea de siete metros de diámetro y 22 metros de circunferencia.
En cuestiones de salud destacaron que los gases tóxicos que generaría la planta, específicamente el óxido de nitrógeno provocará daño al sistema respiratorio, circulatorio e inmunitario.
A largo plazo, provocan un desarrollo pulmonar más lento en niños y la aparición de enfermedades respiratorias y cerebrovasculares, entre otras.
Por su cercanía con la Reserva Estatal Anillo de Cenotes, señalaron que Iberdrola pretendía extraer 223 millones de litros de agua por año, y usar aditivos tóxicos, lo que sería un riesgo sin precedentes, ya que Kanasín representa una zona de recarga local del acuífero y funciona como humedal con interacciones ecohidrológicas.
Incluso, en los muestreos de fauna que se llevaron a cabo, la MIA recoge la presencia de fauna endémica y protegida bajo diversos estatus en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
En el Área de Influencia del proyecto se reportaron 12 especies con alguna categoría de riesgo.
Indicaron también, que habrá impactos a la producción de los campesinos de la región, ya que, en la Huasteca Potosina, donde Iberdrola construyó una central con la misma tecnología, los campesinos señalan que sus cosechas de maíz, frutas y hortalizas se han reducido mucho desde que se instaló la planta.