La proliferación de fraccionamientos privados se ha convertido en un problema urbano en la ciudad de Mérida, debido a que las inmobiliarias que los promueven no respetan las normas de urbanización municipal.
Inmobiliarias no respetan las normas de urbanización
Este tipo de construcciones vinieron a revolucionar el desarrollo de la capital del estado, pues si bien cuentan con especificaciones de exclusividad, como lo son casetas de vigilancia y el concepto de calles cerradas.
La realidad es que esta publicidad resulta engañosa, pues usan más del 30% de las áreas de donación como áreas verdes, la cual especifica no está permitida por la Ley, denunció la agrupación Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida.
Otro de los problemas es que privatizan las calles para ofrecerlas como zonas “exclusivas”, aunado a la colocación de casetas de acceso.
Constructores con buena recuperación ecónomica y laboral
Entre los fraccionamientos, la agrupación mencionó a Gran Santa Fe, Sian Kaan, Gran San Pedro Cholul y Floresta, las cuales cuentan con problemas como sobrecargar vialidades primarias, multiplicar las distancias de recorrido peatonal al ser exclusivas, pulverizar las escasas áreas de donación, alentar la privatización ilegal de calles y espacios públicos.
Y es que, al detonar la construcción de estas zonas residenciales en la periferia de la ciudad, la mayoría de estas colonias cuenta con 10 mil viviendas, lo que multiplicado por 3.5 como promedio de habitantes por casa, equivale a 35 mil habitantes en cada fraccionamiento, lo que arroja una población total estimada de 130 mil personas.
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Otro problema es que la industria inmobiliaria de construcción de vivienda ha tenido la tendencia permanente a la disminución de espacios, dimensiones y materiales, con la finalidad de producir espacios habitacionales, lo que deja en segundo plano la finalidad principal de una vivienda de atender las necesidades de la población.
Estas colonias no cuentan con el equipamiento adecuado, carecen de un transporte eficiente, frecuente, de plantas de tratamiento de agua y el abasto del líquido es irregular; faltan escuelas, hospitales, entre otros servicios.
Además, muchas viviendas son transformadas en escuelas o negocios, cuando no cuentan con los permisos de funcionamiento o uso de suelo necesario, entre otras irregularidades/REDACCIÓN