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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, respaldó este lunes la estructura de precios para la Copa Mundial 2026. El directivo argumentó que existe una demanda sin precedentes, tras recibir 150 millones de solicitudes de entradas en un periodo de apenas 15 días desde la apertura de ventas.

Durante su intervención en la Cumbre Mundial de Deportes en Dubái, el titular del organismo señaló que el interés masivo justifica la estrategia de precios de la FIFA. No obstante, esta postura enfrenta duras críticas globales por limitar el acceso financiero a los seguidores más leales del deporte.

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Críticas a la política de asequibilidad de la FIFA

Esta defensa institucional ocurre catorce días después de que el organismo introdujera el Nivel de Entrada para Aficionados de 60 dólares el pasado 16 de diciembre. La medida surgió como respuesta a grupos que calificaron los costos originales como una "traición monumental" a la tradición mundialista.

Sin embargo, especialistas señalan que dicha concesión resulta insuficiente para resolver el problema de fondo. Los boletos de 60 dólares representan únicamente el 1.6 por ciento de los asientos totales por encuentro, cifra que se reduce al 0.8 por ciento por cada nación participante.

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Impacto en la atmósfera de los estadios mundialistas

En recintos de gran capacidad, como el MetLife Stadium con 82,500 asientos, solo estarían disponibles cerca de 660 entradas económicas por equipo. Billy Grant, integrante del grupo de seguidores de Inglaterra, advirtió que este enfoque "no es justificable" y genera malestar profundo.

Grant, quien ha viajado a los mundiales desde 1986, alertó sobre la creación de una atmósfera poco auténtica con la presencia de turistas. "Tendrás un estadio lleno, y la gente hará ruido... pero no conocen las canciones, y no conocen las acciones", expresó el aficionado a amNewYork.

Postura de líderes internacionales ante los costos

El Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, también manifestó su preocupación sobre el rumbo comercial del torneo. El mandatario pidió a la FIFA realizar mayores esfuerzos para asegurar que la Copa Mundial 2026 no "pierda contacto con los auténticos aficionados".

Efectivamente, el contraste entre el éxito en ventas y la exclusión de la cultura tradicional de grada marca el debate actual. Mientras tanto, la FIFA mantiene su política económica fundamentada en el volumen de 150 millones de solicitudes registradas en este cierre de año.