Foto: cuartoscuro.com
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En una demostración masiva de convocatoria, 600 mil personas desbordaron el Zócalo de la Ciudad de México para respaldar a la presidenta Claudia Sheinbaum. Desde jóvenes y maestros hasta agricultores, adultos mayores y representantes de pueblos indígenas, diversos sectores de la sociedad se dieron cita para conmemorar los siete años de gobiernos de la autoproclamada Cuarta Transformación.

Desde la madrugada de este sábado, miles de simpatizantes arribaron al Centro Histórico con el objetivo de asegurar un lugar cercano al templete. Entre los contingentes más numerosos destacaron el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).

Un Zócalo a reventar

El corazón de la capital se convirtió en un crisol donde convergieron miles de banderines, botargas y mantas gigantes con mensajes de apoyo. Horas antes del discurso presidencial, el Zócalo ya lucía prácticamente lleno. Alrededor de las 10:00 horas, calles aledañas como 5 de Mayo y Madero se vieron abarrotadas, impidiendo el ingreso de cientos de personas que intentaban llegar a la plaza principal.

Ante la saturación, algunos asistentes optaron por dispersarse en los alrededores y seguir el mensaje a través de sus teléfonos móviles. A pesar del intenso frío matutino y el posterior sol a plomo, la mayoría permaneció firme coreando consignas como “No estás sola”“Es un honor estar con Claudia hoy” y “Que viva la Presidenta”.

Los aplausos retumbaron cuando Sheinbaum afirmó que ninguna campaña negra mermaría el apoyo del pueblo. A la mandataria le tomó media hora llegar al escenario, recorriendo un pasillo donde saludó personalmente a cientos de ciudadanos. Mientras los simpatizantes que viajaron horas ocupaban la plancha, en el templete se ubicaron gobernadores, integrantes del gabinete y legisladores.

Poco después del mediodía, tras concluir el mensaje oficial, la multitud de 600 mil asistentes comenzó a retirarse, marcando el cierre de una jornada histórica para el movimiento político en el poder.