Con vientos de hasta 280 km/h y lluvias torrenciales, el huracán Melissa avanza sobre Jamaica, donde las autoridades alertaron sobre una posible destrucción masiva en las próximas horas.
Vientos históricos y evacuaciones masivas
Melissa alcanzó la categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson, y se espera que toque tierra entre la noche del lunes y la madrugada del martes. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) advirtió sobre inundaciones catastróficas, marejadas ciclónicas y daños estructurales graves.
El primer ministro Andrew Holness pidió a la población evacuar hacia zonas seguras:
“No creo que haya infraestructura que resista una tormenta de categoría 5”, declaró.
A pesar de las advertencias, algunos residentes han decidido permanecer en sus hogares debido a malas experiencias en refugios durante huracanes anteriores.
Efectos ya se sienten en el Caribe
Antes de llegar a Jamaica, Melissa dejó cuatro personas fallecidas en Haití y República Dominicana, además de severas inundaciones y deslaves. El fenómeno avanza lentamente, lo que aumenta el riesgo de daños prolongados en cada zona afectada.
En Cuba, las autoridades declararon la fase de alarma en seis provincias orientales y comenzaron la evacuación de más de 650 mil personas, mientras el huracán se aproxima al oriente de la isla.
Ayuda humanitaria en camino
Desde Florida, la organización Global Empowerment Mission (GEM) prepara el envío de 22 toneladas de víveres y suministros hacia Kingston. Equipos de emergencia permanecerán en la isla para evaluar daños y coordinar labores de rescate una vez que el huracán se debilite.
Un fenómeno histórico en la región
Melissa es la decimotercera tormenta nombrada de la temporada de huracanes del Atlántico y podría convertirse en uno de los eventos más devastadores de los últimos años, comparable con María (2017) y Katrina (2005).

