Debido a las lluvias de los últimos días, la acumulación de agua en las calles de Mérida es cada vez más evidente. Esto se debe a la saturación del suelo que se encuentra entre el manto freático y la superficie, lo que ralentiza la percolación del agua y genera encharcamientos en distintos puntos de la ciudad.
El meteorólogo Juan Vázquez Montalvo, miembro del Comité Interinstitucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos (Ciafeme) de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), explicó que el fenómeno ocurre debido a la humedad acumulada en el subsuelo.
“En la última semana ha caído 100 milímetros de agua y eso es una cantidad respetable, lo que provoca que el suelo que está entre la superficie y el nivel del agua ya esté saturado. Esto hace que la percolación o filtración del agua sea más lenta, razón por la cual hay charcos en la ciudad”, indicó el especialista.
Condiciones del subsuelo agravan los encharcamientos
El experto comentó que la humedad acumulada en el subsuelo impide que el agua de lluvia se filtre con rapidez, afectando el desagüe natural y artificial de la ciudad, incluyendo alcantarillas, pozos y rejillas pluviales.
Además, señaló que en las zonas donde el suelo es más arcilloso, la situación empeora, ya que este tipo de terreno retiene más agua. Por esta razón, los encharcamientos persisten por más tiempo tras cada precipitación.
Estas condiciones, explicó Vázquez Montalvo, son parte del comportamiento natural del suelo yucateco durante los periodos de lluvias intensas, y se mantendrán mientras las precipitaciones continúen en la región.
Información: Quadratín Yucatán