La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, confirmó los daños ambientales ocasionados por la construcción del Tren Maya. Durante su comparecencia en la Cámara de Diputados el pasado 6 de octubre, enfatizó que, aunque la obra ya estaba en marcha al inicio de su administración en octubre de 2024, la prioridad ahora es la mitigación y el control de los impactos ambientales.
Tramos del Tren Maya bajo revisión ambiental
El proyecto ferroviario incluye siete tramos y 28 obras asociadas, por lo que la revisión de permisos ambientales resulta esencial. Bárcena explicó que su equipo ha recorrido cada tramo para verificar la legalidad ambiental, identificando permisos existentes y faltantes. Este proceso permite regularizar el Tren Maya y garantizar que cumpla con la normativa ambiental vigente.
Tren Maya opera sin algunos permisos
Durante su discurso en la Cámara de Diputados, Bárcena indicó que el Tren Maya no esta del todo regularizado y que carece de algunos permisos para operar:
"...vamos a ver… evaluar todos los permisos que tiene el Tren Maya, los que tiene, los que no tiene, para que se regularice la obra del Tren Maya. Regularizar la obra del Tren Maya significa ponerle también una serie de condicionantes, y eso es lo que nos hemos dedicado nosotros. Tenemos un grupo interinstitucional formado por la Semarnat, la Profepa y el Tren Maya, que nos reunimos semanalmente para darle seguimiento a cada tramo del Tren Maya para ver cuáles son los permisos que le faltan", indicó la titular de la Semarnat
Semarnat busca que el proyecto cumpla con el 95% de las exigencias de impacto ambiental, un objetivo estratégico.
Impacto ambiental en el Tramo 5: cenotes y cavernas
El Tramo 5 en Quintana Roo concentra las mayores preocupaciones. Según datos de la dependencia, ocho cavernas y cenotes han sido afectados, ecosistemas hídricos sensibles de la Península de Yucatán.
Semarnat supervisa directamente la limpieza y retiro de concreto en estas áreas para minimizar los impactos en el subsuelo kárstico. Además, la dependencia resuelve el 45% de los cambios de uso del suelo y cuantifica las áreas de reforestación necesarias para compensar los efectos de la construcción. Estos esfuerzos forman parte del plan integral de regularización ambiental, asegurando que la obra del Tren Maya cumpla con la ley y proteja los ecosistemas de la región.
Importancia de la supervisión continua
La coordinación interinstitucional y la supervisión constante de los permisos ambientales permiten que cada tramo del Tren Maya avance bajo estándares de sostenibilidad. Esto refuerza la necesidad de mitigar los impactos ambientales y mantener la transparencia en la gestión ambiental del proyecto.