El robo de cobre y piezas en los pozos de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay) se ha convertido en un problema recurrente que afecta el suministro de agua potable para miles de usuarios en la entidad.
Así lo advirtió el director de la dependencia, Francisco Torres Rivas, quien señaló que tan solo la semana pasada se registraron siete incidentes de vandalismo, principalmente en la zona de Kanasín.
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Daños costosos y afectación al suministro
“Va gente que entra a los pozos y cárcamos a sustraer cobre o piezas de los equipos. Esas piezas tienen un valor real de entre 10 mil y 20 mil pesos, pero terminan malvendidas en 200 o 300 pesos. El daño, sin embargo, lo sufre la institución y el usuario, porque detener un equipo significa dejar de llenar los cárcamos y la red de distribución”, explicó.
El director detalló que cada vez que ocurre un corte de energía o un acto de vandalismo que interrumpe la operación de los pozos, es necesario aplicar un protocolo de encendido gradual para evitar el llamado “golpe de ariete”, una sobrepresión que podría romper tuberías.
“No podemos prender todo de golpe, tenemos que ir poco a poco. Eso ocasiona que la recuperación de la presión en la red sea más lenta y varíe según el tiempo que los equipos estuvieron fuera de servicio”, dijo.
Infraestructura rebasada y con fugas
Además de los robos, expuso que la Japay enfrenta el reto de una infraestructura que ya cumplió su vida útil. Torres Rivas recordó que la planta principal fue construida en 1970 y muchas de las tuberías son de asbesto-cemento o de concreto, lo que las hace más vulnerables a fugas y fracturas.
“A lo largo de este tiempo hemos hecho más de 25 mil reparaciones de fugas, desde tuberías de 36 pulgadas hasta de media pulgada. Pero la red ya está rebasada. Es como una persona que llega a una edad en la que requiere una operación mayor. Eso es lo que pasa con nuestra infraestructura”, comparó.
El funcionario precisó que el deterioro de la red también se relaciona con otros problemas urbanos, como los baches. “A veces se debate qué fue primero, si la fuga o el bache, pero la realidad es que van de la mano; las fugas generan baches y los baches dañan las tuberías”, comentó.
Refuerzan vigilancia y diseñan plan de modernización
Para reducir los incidentes de robo, aseguró, la Japay trabaja con la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Municipal de Kanasín en rondines, instalación de cámaras y mayor iluminación en los sitios más vulnerables.
“Nuestro sistema es muy grande, tenemos 39 plantas, casi 40 cárcamos y 148 sistemas independientes. No podemos tener un vigilante en cada uno, pero sí reforzamos la seguridad con apoyo de las corporaciones”, sentenció Torres Rivas.
El director reconoció que, pese a los problemas, la ciudadanía ha respondido de manera positiva en el cumplimiento de pagos. “Hemos tenido buena respuesta con el programa de convenios para quienes tienen adeudos. Eso ayuda a que podamos seguir trabajando en la operación y mantenimiento”, añadió.
Finalmente, informó que existe un compromiso del gobernador Joaquín Díaz Mena para avanzar, junto con la Conagua, en un proyecto integral de rehabilitación y modernización de la red hidráulica.
“La encomienda del gobernador es mejorar el servicio, no es una tarea sencilla porque hablamos de infraestructura con más de 55 años de antigüedad, pero ya estamos diseñando un plan mayor que permita dar un salto en calidad y eficiencia”, concluyó.