La ciudad de Mérida se convirtió en el epicentro del debate sobre el futuro urbano de México al albergar la Reunión Nacional de Vivienda, organizada por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), donde se congregaron líderes empresariales, autoridades estatales y federales, académicos y especialistas en materia de desarrollo urbano.
El encuentro, realizado en el Centro Internacional de Congresos (CIC), reunió a más de 500 participantes con el objetivo de colocar a la vivienda como un pilar del bienestar social y motor estratégico del crecimiento económico nacional.
Al dar la bienvenida, Alberto Canul Moguel, presidente de la CMIC delegación Yucatán, aclaró que hablar de vivienda no debe reducirse a la construcción de casas.
“La vivienda significa oportunidades de inclusión social, la posibilidad de construir comunidades dignas, seguras y sostenibles”, expresó.
Señaló que el encuentro girará en torno a cuatro ejes: la política de vivienda y su impacto en la calidad de vida, la transformación urbana en América Latina, las estrategias de competitividad regional y la innovación financiera y tecnológica. “Este congreso es también un compromiso con quienes sueñan con un hogar digno y con el futuro de nuestras ciudades”, remarcó.
El reto de 16 millones de viviendas hacia 2050
Por su parte, Luis Rafael Méndez Jaled, presidente nacional de la CMIC, precisó que el desafío es histórico, ya que en los próximos 25 años, México deberá atender más de 16 millones de nuevas viviendas.
“Cuando un mexicano recibe las llaves de su vivienda, no solo abre una puerta, abre un futuro”, afirmó, al señalar que la estrategia nacional de vivienda debe ser de largo plazo y no cambiar cada sexenio.
Méndez Jaled recordó que la CMIC agrupa a más de 18 mil empresas que generan millones de empleos, y reiteró que no basta con edificar casas; debemos edificar comunidades.

Infraestructura, columna vertebral del desarrollo
En su intervención, Alejandro Malagón Barragán, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), dijo que el crecimiento económico de México pasa necesariamente por la planeación de infraestructura hídrica, eléctrica y de transporte.
Advirtió que para lograrlo se requiere certeza jurídica y seguridad, así como financiamiento para las Pymes, y planteó que hacia 2025 la inversión público-privada debe alcanzar el 25% del PIB, y llegar al 29% hacia 2030.
“La infraestructura es el corazón y la columna vertebral del crecimiento que los industriales necesitamos para que todo lo demás se dé”, recalcó.
Un programa legado: 1.8 millones de viviendas
La coordinadora del Consejo Asesor Empresarial, Altagracia Gómez Sierra, presentó lo que calificó como uno de los proyectos más transformadores de la presidenta Claudia Sheinbaum con la construcción de 1.8 millones de viviendas sociales, además de la promoción de vivienda de interés medio y residencial, y obras de infraestructura estratégica.
Reveló que este esfuerzo forma parte de un programa de inversión anual de 765 mil millones de pesos, impulsado en conjunto con empresarios, cámaras y el gobierno federal.
“El derecho a la vivienda no es solo un tema social; es también uno de los pilares del desarrollo económico. Este proyecto no es del gobierno, es del país, y debe asumirse como propio”, sostuvo.
Yucatán y el Renacimiento Maya
En su mensaje, el gobernador Joaquín Díaz Mena vinculó el programa nacional con su propuesta de gobierno, el Renacimiento Maya, cuyo objetivo es reducir desigualdades y generar prosperidad compartida.
Recordó la lucha histórica de Felipe Carrillo Puerto en favor de la educación, los derechos de las mujeres y el pueblo maya, y aseguró que esos ideales siguen vigentes.
Destacó obras estratégicas como la modernización del puerto de Progreso, con una inversión de más de 12 mil millones de pesos; el nuevo gasoducto de Engie que permitirá abastecer de energía a toda la península; y la instalación de mesas de trabajo con la CMIC para actualizar precios unitarios y garantizar obras bien hechas, con honestidad y sin corrupción.
Además, anunció que los programas de vivienda llegarán no solo a Mérida, sino también a municipios como Izamal, Motul, Tizimín, Umán y San Felipe.
“Si algún funcionario pide retorno, no nos temblará la mano para cesarlo. Queremos obras de calidad y constructores que ganen lo justo”, advirtió.
“Los próximos cinco años serán los años de la vivienda”
En representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedatu), Edna Vega Rangel, envió un mensaje de respaldo al sector.
Explicó que el programa de vivienda para el bienestar se focalizará en familias con ingresos de uno a dos salarios mínimos, pero también contempla esquemas financieros para sectores medios y residenciales.
Reconoció que la producción de vivienda social disminuyó desde 2012 y que en 2015 alcanzó su nivel más bajo, por lo que el nuevo enfoque busca corregir distorsiones del mercado y garantizar acceso a créditos y subsidios de manera más adecuada.
“Estamos ante la gran posibilidad de que esta administración sea recordada como los años de la vivienda. Prosperidad compartida significa que nadie se quede fuera”, concluyó.

