La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de forma total y definitiva la empresa Pecuaria Peninsular, ubicada en Santa María Chi. La medida se tomó este 9 de septiembre tras constatar el incumplimiento reiterado de siete medidas correctivas, entre ellas la descarga directa de aguas residuales sin permiso y la falta de caracterización de sus lodos.
Reparación de daños y abandono del sitio
Con esta clausura, la Profepa buscará que la granja realice un estudio de daño ambiental para reparar los impactos ocasionados en la zona. Además, se dará seguimiento al proceso de desmantelamiento y abandono adecuado de las instalaciones.

La medida responde a denuncias de comunidades mayas y organizaciones civiles presentadas desde 2021. En este contexto, la Profepa ha inspeccionado granjas porcícolas en municipios como Muna, Mérida, Kinchil, Izamal, Tizimín, Santa Elena, Conkal, Cacalchén, Hunucmá, Mayapán, Opichén, Maxcanú, Suma, Sotuta, Progreso, Tekax, Tixpéhual, Abalá y Kopomá.
Justicia ambiental para comunidades
La procuradora Mariana Boy Tamborrell afirmó que este caso representa un avance importante en la lucha de las comunidades locales, que han enfrentado durante años los efectos de la contaminación. Destacó que atender los impactos de las granjas de cerdos en la Península es una prioridad, así como garantizar el derecho al medio ambiente sano.
La Profepa señaló que continuará trabajando para proteger la salud pública, evitar violaciones a los derechos ambientales y regular de manera efectiva al sector porcícola en Yucatán.
🐖 La Profepa clausuró definitivamente una granja porcícola en Santa María Chi por incumplir medidas ambientales y dañar el entorno.
— 24 Horas Yucatán (@24horasYucatan) September 10, 2025
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