TELÉFONO ROJO

Podría considerarse una coincidencia, pero hay datos que van más allá del discurso oficial sobre soberanía y autodeterminación, que suele utilizarse para negar influencias externas. La realidad es que Estados Unidos ha avanzado significativamente en las investigaciones sobre el huachicol fiscal, el robo y comercio ilícito de hidrocarburos que atraviesa la frontera con complicidades diversas.

Se ha revelado que en esta red participan funcionarios de la Secretaría de Marina, empresarios, distribuidores, aduaneros y operadores en distintos niveles y lugares. La atención de Estados Unidos se justifica porque varios de sus empresarios y firmas se han beneficiado de esta operación lucrativa, incluso desde la etapa en la que Andrés Manuel López Obrador presumía haber terminado con el huachicol. Lo que antes era un robo limitado a ductos nacionales ahora se ha expandido a operaciones internacionales amparadas por complicidades públicas.

Esta situación abre una oportunidad para colaboración en seguridad fronteriza, incluyendo narcotráfico, migración, comercio, contrabando y lavado de dinero. Con operativos conjuntos, se podrían sancionar a los implicados sin que busquen refugio o asilo en Estados Unidos, evitando que este país sea un escape para delincuentes mexicanos. Los esfuerzos conjuntos podrían ser especialmente efectivos contra las bandas de tráfico de drogas, particularmente en el caso del fentanilo, perseguido con especial intensidad por la administración de Donald Trump.

Durante la visita del secretario de Estado Marco Rubio, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió erradicar la impunidad y reafirmó su compromiso en su mensaje diario, asegurando que las investigaciones alcanzarán todos los niveles: “Tope donde tope”, señaló. Las pesquisas estadounidenses no solo se concentran en los diez millones de litros asegurados en Tampico, sino también en rutas por el Pacífico, incluyendo puertos de Michoacán, Sinaloa, Sonora y Baja California, que aún no han sido mencionados oficialmente por los funcionarios mexicanos, aunque Washington sí los tiene registrados.

Por otro lado, México y Canadá también mantienen negociaciones discretas. La visita del primer ministro canadiense Mark Carney a Claudia Sheinbaum, destinada a fortalecer la renegociación del T-MEC ante Estados Unidos, aún no tiene fecha definida, aunque podría ocurrir entre el 18 y el 24 de septiembre con la participación de secretarios de Estado y ministros canadienses. Durante la visita del coordinador para América del Norte, Roberto Velasco, a Toronto, junto con el embajador Carlos Joaquín, se realizaron reuniones con representantes de sectores privados, mineros, bancarios y empresarios, con el objetivo de impulsar acuerdos económicos más amplios y reforzar el intercambio comercial dentro y fuera del tratado.