En Yucatán, entre 17 mil y 20 mil personas podrían tener Alzheimer u otro tipo de demencia, aunque la cifra exacta es incierta porque la mayoría de los casos no está diagnosticada, informó el gerontólogo José Miguel Ceballos Pinto, presidente de la asociación civil Alzheimer del Sureste.
Diagnósticos rezagados de Alzheimer
El especialista explicó que muchas familias asumen los síntomas como parte natural del envejecimiento y no como una enfermedad que requiere atención médica.
A nivel nacional se estima que 1.3 millones de personas padecen algún tipo de demencia, siendo el Alzheimer la más frecuente. Sin embargo, la falta de información estadística complica la creación de políticas públicas específicas.
Señales de alerta de Alzheimer
Ceballos Pinto señaló que las familias enfrentan dificultades para obtener un diagnóstico oportuno, lo cual es la base de un tratamiento adecuado.
Entre los signos de advertencia están: pérdida de memoria, dificultad para realizar tareas, problemas de lenguaje, deterioro en la toma de decisiones, desorientación, cambios de conducta, extravío de objetos y aislamiento social.
Escasez de especialistas
Uno de los principales retos en la entidad es la falta de profesionales formados en demencias. Aunque hay más geriatras y neurólogos, son insuficientes para atender la demanda actual y futura.
“Muchas familias no saben a dónde acudir y, una vez diagnosticados, tampoco siempre encuentran servicios que les den apoyo continuo”, indicó el presidente de Alzheimer del Sureste.
Asociación regional
La organización fundada en 2019 se ha convertido en un referente en la Península, ofreciendo talleres, campañas y grupos de apoyo para familiares y cuidadores, que se reúnen en Mérida.
Actualmente acompañan a más de 30 familias de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. “Nuestro lema es recordarles que no están solos”, comentó Ceballos Pinto.
Urgencia de cambiar la visión
Con motivo del Mes Mundial del Alzheimer, el especialista subrayó que más del 80% de la población y más del 60% de los profesionales de la salud aún creen que la demencia es consecuencia natural del envejecimiento.
“Es fundamental cambiar esa percepción. Mientras sigamos creyendo que es algo natural, seguiremos invisibilizando a miles de personas que necesitan apoyo”, concluyó.