En medio de los nuevos planes de desarrollo urbano anunciados para Mérida, la recién creada Asociación Yucateca de Arborización advierte que cualquier proyecto de infraestructura, vivienda o reordenamiento de la ciudad debe estar acompañado de una estrategia de arborización, pues el cuidado de los árboles no puede ser un tema secundario.

“Todo nuevo desarrollo tendría que contemplar a los árboles. Hay ciudades que lo están haciendo muy bien, otras que lo hacen mejor y algunas en donde se les olvida. En Mérida necesitamos que la arborización forme parte de la planeación”, sentenció Luis Daniel Flores Hernández, presidente y fundador de la agrupación.


Falta de arboristas en Yucatán

El especialista, que hace apenas unos años dejó la odontología para certificarse como arborista, explicó que Yucatán enfrentaba un vacío institucional en la materia, ya que hasta ahora no existía una asociación formal dedicada al manejo del arbolado urbano.

“Actualmente solo hay dos arboristas certificados en el estado. Eso significa que muchas podas y reforestaciones se realizan sin apego a las mejores prácticas”, señaló.


Problemas de supervivencia de árboles plantados

Flores Hernández reconoció que uno de los principales problemas es la baja tasa de supervivencia de los árboles plantados en campañas oficiales.

“Lo importante es garantizar que crezcan y lleguen a la edad adulta, y eso depende de técnicas correctas de trasplante, seguimiento y mantenimiento”, advirtió.


Una asociación como contrapeso ambiental

La Asociación Yucateca de Arborización, que apenas tiene dos meses de existencia legal, busca no solo promover buenas prácticas entre jardineros, constructores y autoridades, sino también convertirse en un contrapeso que evalúe proyectos urbanos desde la perspectiva ambiental.

“Hoy, cuando se construye una vialidad o un fraccionamiento, muchas veces no hay voces calificadas que puedan decir ‘eso no se debe hacer porque atenta contra el arbolado’. Nosotros queremos ocupar ese espacio”, explicó.


Retos y restricciones en el Centro Histórico

Entre los retos que identificó, mencionó la regulación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que actualmente prohíbe plantar árboles en banquetas del Centro Histórico.

“Es una pena, porque ciertas especies serían perfectamente compatibles y aportarían sombra y frescura. Donde hay un árbol, la gente se sienta, descansa, se encuentra. Eso debería reconsiderarse”, opinó.


Una organización abierta a la ciudadanía

Con ocho miembros activos, la agrupación trabaja ya en generar sinergias con colegios de ingenieros, arquitectos y constructores, sectores que, dijo, suelen reproducir malas prácticas en el manejo de áreas verdes.

La meta es consolidarse como una organización abierta a cualquier persona interesada en la protección y fomento del arbolado urbano.