Lilina Guadalupe López, una mujer indígena tzotzil originaria de San Juan Chamula, Chiapas, desafió las expectativas de su comunidad y la oposición de su padre para convertirse en cineasta. Conocida en el medio artístico como Liliana Kan, hoy su cortometraje Vientre de Luna está nominado a la 67 edición de los Premios Ariel.
Este cortometraje retrata las creencias, tradiciones y saberes de las mujeres indígenas chiapanecas en torno al embarazo y el parto, y da voz a experiencias habitualmente invisibilizadas en el cine mexicano.
Su vocación nació en la escuela
A los 14 años, cuando aún cursaba la secundaria, Liliana descubrió su atracción por el dibujo y la cultura. Sin embargo, fue en la preparatoria, durante una clase de filosofía, cuando proyectaron las películas Los que se quedan de Juan Carlos Rulfo y Ni uno menos del director chino Zhang Yimou, que decidió que quería contar historias a través del cine.
Contra todo para estudiar cine
Uno de los principales obstáculos fue la negativa de su padre, quien se oponía a que Liliana saliera de la comunidad Tres Cruces, ubicada a 12 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, para estudiar en la Universidad en Tuxtla Gutiérrez. Aun así, ella desobedeció y siguió su camino.
Ahora, con 32 años, su obra ha sido reconocida a nivel nacional, demostrando que la representación indígena en el cine es posible y necesaria.
Quadratin