El turismo sostenible es una forma de viajar y explorar el mundo que busca minimizar los impactos negativos en el medioambiente, la cultura local y la economía, mientras promueve beneficios duraderos para las comunidades receptoras. A diferencia del turismo convencional, este modelo se basa en el equilibrio entre el disfrute de los recursos naturales y culturales y su conservación a largo plazo.
En un contexto global donde el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la sobreexplotación turística son desafíos urgentes, el turismo sostenible se presenta como una alternativa responsable y necesaria para quienes desean recorrer el mundo sin comprometer el bienestar de las futuras generaciones.
Antes de mencionar los lugares que brindan experiencia de turismo sostenible, existen algunas recomendaciones que completan la definición de turismo sostenible.
Disfruta del turismo en Yucatán de forma responsable
Para vivir al máximo las actividades de turismo sostenible en Yucatán y al mismo tiempo proteger el medioambiente, es fundamental adoptar prácticas sostenibles durante tu viaje. Aquí te dejamos algunas recomendaciones clave:
- Respeta las normas locales: Sigue siempre las indicaciones de los guías turísticos y presta atención a las señales en cada sitio natural o cultural.
- Reduce tu impacto ambiental: Lleva contigo una bolsa reutilizable para recoger tus residuos y utiliza productos biodegradables que no dañen los ecosistemas.
- Apoya a las comunidades locales: Elige servicios gestionados por habitantes de la región y adquiere productos artesanales para fomentar la economía local.
- Elige transporte sostenible: Siempre que puedas, camina, usa la bicicleta o comparte transporte para reducir tu huella de carbono.
Adoptando estas pequeñas acciones, contribuirás a que el turismo en Yucatán sea más respetuoso, justo y duradero.
Reserva de la Biosfera Ría Celestún
Ubicada en la costa oeste de Yucatán, Ría Celestún es un verdadero santuario natural y uno de los destinos más impresionantes de ecoturismo en México. Forma parte del patrimonio mundial dentro de la Reserva Especial de la Biósfera Ría Celestún, con una extensión de 59,139 hectáreas y una longitud de 21 kilómetros. Desde 1979, fue declarada oficialmente como refugio faunístico, lo que garantiza su protección ambiental.

Este ecosistema es el principal centro de alimentación del flamenco rosado (Phoenicopterus ruber) en América del Norte. Es hogar de más de 95 especies de aves residentes y otras 75 especies migratorias. Durante los meses de mayor concentración, puedes observar hasta 50,000 flamencos en su hábitat natural.

Ubicación Reserva de la Biosfera Ría Celestún
Los tres cenotes de Cuzamá
A solo 40 kilómetros de Mérida, en el corazón de Yucatán, Cuzamá se posiciona como uno de los destinos turísticos más auténticos y sorprendentes del estado. La comunidad ha convertido sus recursos naturales en una experiencia única, al combinar historia, tradición y aventura en un paseo que encanta a visitantes de todas las edades.
El recorrido inicia en las antiguas vías que antes servían para transportar fibras de henequén, el cultivo que dio sustento a la región durante décadas. Hoy, sobre esos mismos rieles, pequeños vagones conocidos como trucks —tirados por mulas— llevan a los turistas a través de 7 kilómetros de caminos entre la maleza, generando una sensación de descubrimiento constante.

Esta peculiar travesía combina historia viva con contacto directo con la naturaleza.
Durante el recorrido, los visitantes descubren tres cenotes impresionantes: Chelentún, Chak-Zinik-Che y Bolom-Chojol. Cada uno ofrece una experiencia distinta, ideal para quienes buscan practicar esnórquel o simplemente disfrutar de un baño refrescante en aguas cristalinas.
Chelentún: aguas intensamente azules
El acceso es sencillo gracias a unas escaleras rústicas de madera que descienden 20 metros. Las aguas cristalinas y su profundidad gradual lo hacen perfecto para nadadores de todos los niveles.

Chak-Zinik-Che: belleza indómita
Con un descenso de casi 20 metros por escaleras, este cenote sorprende por su color azul índigo y la transparencia de sus aguas, características que lo convierten en uno de los favoritos del recorrido.
Bolom-Chojol: un espectáculo subterráneo
Aunque su acceso es más desafiante —a través de escaleras verticales—, este cenote es una joya escondida. Su bóveda cerrada permite que la luz solar entre por pequeñas aberturas, creando un juego de luces que tiñe el agua de turquesa, verde esmeralda y azul profundo. Sin duda, una experiencia visual inigualable.

Ubicación los tres cenotes de Cuzamá
Parque Estatal Lagunas de Yalahau
El Parque Estatal Lagunas de Yalahau fue declarado Área Natural Protegida el 8 de junio de 1999, mediante un decreto publicado en el Diario Oficial del Estado de Yucatán. Esta zona de gran valor ecológico abarca una superficie de 5,683.28 hectáreas y se extiende por los municipios de Homún, Huhí, Tekit y Sotuta.

Ubicada en la región central del estado, a solo 60 kilómetros de Mérida, es accesible a través de la carretera Mérida–Mayapán. Para llegar, se toma la desviación hacia Acanceh, se atraviesan los poblados de Eknakán y Cuzamá, hasta llegar finalmente a Homún, uno de los puntos clave para ingresar al parque.

Este espacio protegido representa un refugio vital para diversas especies y forma parte del patrimonio natural que posiciona a Yucatán como un destino de ecoturismo y conservación ambiental.
Ubicación Parque Estatal Lagunas de Yalahau
Cenote X’Kekén
Conocido también como cenote Dzitnup, el Cenote X’Kekén es una maravilla natural escondida en el interior de una caverna subterránea. La luz del sol se cuela por una pequeña abertura en la parte superior de la bóveda, creando un efecto visual impresionante al reflejarse sobre el agua cristalina.

La entrada al cenote es angosta y el acceso se realiza a través de escalinatas talladas en roca, que conducen al único salón de la cavidad. Al llegar, se revela un espejo de agua turquesa, rodeado de estalactitas que cuelgan del techo y se duplican en el agua con un efecto mágico. La luz natural que entra desde lo alto resalta la belleza del lugar, acentuando su atmósfera mística.
El agua es poco profunda, limpia y tan clara que se pueden ver numerosos peces nadando tranquilamente. Es un lugar perfecto para nadar y relajarse en un entorno natural único.
Según la leyenda local, este cenote fue descubierto por un campesino que, al buscar a su cerdito perdido, encontró la entrada a la caverna. Por eso recibe el nombre X’Kekén, que en lengua maya significa “cerdo”.

Está ubicado en la comunidad de Dzitnup, municipio de Valladolid, en la finca rústica número 2232. Se puede llegar fácilmente desde la carretera Mérida–Valladolid: a unos 3 km antes de llegar a Valladolid, toma la desviación hacia Dzitnup. Al llegar al campo de fútbol, encontrarás el cenote Samulá a la izquierda y el cenote X’Kekén a la derecha.