Las autoridades capitalinas anunciaron un protocolo preventivo de seguridad para la segunda marcha contra la gentrificación, programada para el domingo 20 de julio. El plan tiene como objetivo garantizar el derecho a la protesta sin represión, proteger los derechos humanos y evitar actos de violencia.
Diálogo con organizadores y acompañamiento institucional
El secretario de Gobierno, César Cravioto, explicó que el primer paso consiste en establecer contacto con los organizadores. La intención es comprender los objetivos de la movilización y detectar posibles intereses externos que pudieran alterar su naturaleza.
Además, se designará un equipo de acompañamiento conformado por personal de Derechos Humanos, Concertación Política y la Dirección General de Gobierno, quienes seguirán de cerca la movilización y permitirán que la protesta se realice con plena libertad, siempre que no se afecte a terceros.

Grabación de la marcha y contención en caso de disturbios
Durante la manifestación, se documentará todo lo que ocurra con el fin de garantizar una actuación institucional respetuosa de los derechos humanos. Sin embargo, se intervendrá si se detectan actos violentos o daños a personas o bienes, aclaró Cravioto.
“Si vemos que un grupo quiere generar disturbios, se interviene para contener. Ese es el tema: contención”, subrayó.
Brugada: “Manifestación sí, violencia no”
Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, recalcó que la intención del protocolo es prevenir y contener, sin criminalizar la protesta social.
“Las expresiones sociales son bienvenidas y se respetan. Pero si incorporan violencia, también deben tener una respuesta institucional”, explicó.

Brugada añadió que las protestas deben construirse desde la expresión libre, sin caer en actos que desvíen sus causas. El llamado oficial es claro: manifestarse sí, pero de forma pacífica y responsable.
Protocolo ya fue probado en otras movilizaciones
El nuevo esquema se implementó ya en la marcha No Binaria del pasado 12 de julio, donde, según las autoridades, el diálogo con los participantes evitó incidentes y permitió una expresión libre y ordenada.
Este nuevo protocolo surge tras los hechos violentos registrados durante la primera protesta contra la gentrificación el 4 de julio, donde se reportaron daños y confrontaciones con elementos de seguridad.
Información: Ángel Ortíz