Con la llegada de las lluvias en Yucatán aparecen los x’cuclines, también conocidos como maicitos, mayates o chombos, unos escarabajos que muchas personas temen o consideran una molestia, pero que cumplen funciones vitales en el ecosistema.
Durante las noches lluviosas, estos insectos emergen del suelo en su fase adulta para buscar pareja y alimentarse. Después del apareamiento, depositan sus huevecillos bajo tierra y sus larvas nacen entre julio y septiembre, alimentándose de raíces el resto del año, lo cual puede causar molestias en jardines, pero también beneficios ecológicos.
Inofensivos, importantes y nutritivos
Aunque muchas personas los consideran invasivos, los cuclines no muerden ni transmiten enfermedades. Se recomienda no aplastarlos, sino recogerlos con una bolsa o frasco y dejarlos en un lugar seguro al aire libre. Son fundamentales para airear el suelo y fertilizarlo con sus excrementos, y además sirven de alimento a otros animales gracias a su alto contenido proteico y de nutrientes.
Su presencia indica la salud del ecosistema, pues también participan en procesos como el reciclaje natural de materia orgánica, la polinización y el control de otras plagas.
La gallina ciega: otra larva de escarabajo importante
Un ejemplo menos conocido, pero igual de significativo, es la gallina ciega, nombre que se le da a la fase larvaria de escarabajos del género Phyllophaga, parte de la familia Melolonthidae, que incluye a especies como Cyclocephala, Ataenius, Cotinis, Popillia y Anomala.
A pesar de su reputación negativa por dañar raíces en cultivos y jardines, estos insectos también contribuyen a la descomposición de materia orgánica y liberación de nutrientes, lo cual mejora la productividad del suelo.
Su ciclo de vida dura aproximadamente un año, pasando por las etapas de huevo, larva, pupa y escarabajo adulto.
Las hembras depositan sus huevos en bolas de barro, y las larvas —blancas con cabeza marrón— crecen hasta alcanzar 40 mm. Aunque pueden provocar daños estéticos y económicos, especialmente en campos de golf o áreas verdes, también regulan procesos naturales de los suelos, según Verdegen, dedicada al monitoreo y análisis de plagas y fauna del suelo.
¿Cómo proteger a los cuclines y escarabajos benéficos?
- Recicladores naturales: Se alimentan de materia orgánica en descomposición, limpiando el suelo.
- Aireadores del suelo: Durante su etapa larval, remueven la tierra, permitiendo una mejor oxigenación.
- Fertilizantes vivos: Sus excrementos enriquecen el suelo con nutrientes.
- Fuente de alimento: Aves, reptiles y otros animales los consumen por su alto valor nutritivo.
- Indicadores de salud ambiental: Su presencia refleja un ecosistema equilibrado.
Cómo ayudar a protegerlos
- Evita pesticidas: Pueden matarlos y alterar la biodiversidad del suelo.
- No los mates: Si te incomodan, colócalos fuera de casa usando un frasco o bolsa.
- Planta flores nativas: Estas pueden atraer escarabajos beneficiosos y otros polinizadores.
- Comparte la información: Educar sobre su importancia es clave para su conservación