Con la temporada oficial de ciclones tropicales en marcha —del 1 de junio al 30 de noviembre—, las pequeñas y medianas empresas (PyMES) en Yucatán enfrentan retos significativos para proteger su infraestructura, garantizar la seguridad de su personal y mantener la continuidad operativa. Así lo advirtió José Enrique Molina Casares, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en Mérida.
“Las PyMES tienen una capacidad financiera limitada para implementar todas las medidas necesarias de prevención. Esto las hace más vulnerables ante fenómenos meteorológicos como huracanes o tormentas severas”, explicó el líder empresarial.
Principales riesgos de las PyMES
Molina Casares detalló que entre los principales riesgos se encuentran las interrupciones en los servicios básicos, fallas en las cadenas de suministro y la afectación directa a los inmuebles comerciales, lo que pone en riesgo cientos de empleos y la estabilidad de la economía local.
Si bien desde el sector empresarial se promueve la elaboración de planes de emergencia, capacitación del personal y revisión constante de las instalaciones, muchas empresas aún carecen de los recursos suficientes para llevar a cabo estas acciones de forma integral.

El dirigente reconoció que la coordinación con Protección Civil ha mejorado en los últimos años, pero subrayó que todavía es necesario fortalecer la capacitación, agilizar los canales de comunicación y facilitar el acceso a apoyos, sobre todo para los negocios con menor capacidad de respuesta.
Apoyos después del paso de huracanes
“Es fundamental que el gobierno del estado considere otorgar apoyos económicos post-siniestro, que priorice el restablecimiento de servicios básicos y que ofrezca asesoría técnica continua, para que las empresas puedan responder de manera más efectiva ante estos eventos”, apuntó.
Finalmente, Molina Casares reiteró que CANACO Mérida y sus delegaciones continuarán impulsando la prevención y la colaboración interinstitucional para fortalecer al sector ante los riesgos climatológicos que trae consigo esta temporada de huracanes.

Oscar Medina, empresario estilista que cuenta con un salón de belleza por el rumbo de Francisco de Montejo, señaló que en el pasado anunció de fenómeno natural en la pasada temporada de huracanes tuvo que invertir cerca de dos mil pesos en la compra de maderas para cubrir los ventanales con los que cuenta el lugar.
“Yo compré como cinco láminas para reformar las ventanas, ya que me lo recomendaron ya que las maderas se inflan y cada eventualidad tienes que comprar otras nuevas en tanto y las láminas las guardé una vez que se acabó la contingencia para que puedan volver a a servir”, dijo.
En tanto que Adal Canul, empleado administrativo de un comercio local señaló que no solo es el gasto que se tiene en cuanto a la seguridad del negocio, sino también el que por indicaciones de la autoridad tiene que haber recorte en horario de trabajo o incluso el cierre por algunos días.
“Además de la reparación de algún desperfecto que pueda ocasionar la contingencia”, indicó.