Aunque Yucatán ha logrado importantes reformas como el matrimonio igualitario y la Ley de Identidad Sexogenérica, aún persisten múltiples retos para el reconocimiento pleno de los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
La doctora Ligia Vera Gamboa, investigadora de la UADY, advierte que la lucha ha sido una “construcción muy lenta”, pues las resistencias sociales e institucionales han frenado el avance de derechos fundamentales para esta población.
La aprobación del matrimonio igualitario tardó más de una década
El matrimonio igualitario en Yucatán fue aprobado hasta 2022, luego de más de 10 años de movilización social y rechazo reiterado en el Congreso local, impulsado por presiones religiosas y miedo al rechazo social.
Aunque fue un logro importante, el derecho a la adopción para parejas homoparentales sigue sin garantizarse plenamente, lo que demuestra que la equidad legal aún no se traduce en igualdad real.
Infancias y adolescencias trans siguen sin reconocimiento legal en Yucatá
Solo cuatro entidades en México permiten el cambio de identidad de género en menores de edad. Yucatán no está entre ellas, lo que representa una deuda urgente con las infancias y adolescencias trans.
La doctora Vera enfatizó que la exclusión legal vulnera a niñas, niños y adolescentes, y que urge armonizar la legislación local con los principios de derechos humanos.
Nuevos comités, pero sin presupuesto no hay políticas públicas reales
El reciente Comité Estatal de la Diversidad Sexual fue recibido con optimismo, pero sin presupuesto asignado, corre el riesgo de quedarse en un acto simbólico.
Vera Gamboa insistió en que los 106 municipios del estado deben contar con sus propios consejos de diversidad sexual, y que se debe garantizar la inclusión laboral de personas trans sin discriminación.