Claudia Sheinbaum y Donald Trump acordaron continuar negociaciones para fortalecer la balanza comercial México-EU, en un contexto tenso por los nuevos aranceles que Estados Unidos planea imponer a sectores clave como el automotriz.
Durante una llamada telefónica de aproximadamente 15 minutos, la presidenta mexicana señaló que, si bien no se alcanzó un acuerdo específico sobre los aranceles, el diálogo fue cordial y representa una señal positiva para el futuro del T-MEC y las exportaciones mexicanas.
En busca de un equilibrio comercial
El gobierno de Estados Unidos ha manifestado su interés en reducir el déficit comercial con México, que en 2024 creció un 12.7% y alcanzó los 172 mil millones de dólares. Este desequilibrio es uno de los argumentos principales de Trump para aplicar nuevos aranceles a productos como el acero, aluminio y autopartes.
Sheinbaum destacó que ambos países están trabajando en propuestas que fortalezcan el comercio bilateral sin perjudicar a industrias estratégicas, como la automotriz, que representa un pilar para la economía mexicana y el T-MEC.

Aranceles y su impacto en la industria mexicana
Trump ha anunciado impuestos del 25% a ciertos componentes automotrices, aunque con excepciones para productos bajo las reglas del T-MEC. Aun así, la industria automotriz mexicana y la siderúrgica siguen en la mira de estas medidas, lo que ha generado preocupación por sus efectos en la cadena productiva nacional.
Sheinbaum reiteró que México busca una “mejor condición para la industria automotriz y de acero y aluminio”, y que los equipos económicos de ambos gobiernos seguirán dialogando para mitigar el impacto de los gravámenes.
Próximas negociaciones bilaterales
En los próximos días, se llevarán a cabo reuniones entre funcionarios de alto nivel: por parte de México, los secretarios de Economía y Hacienda; y por Estados Unidos, los de Comercio y Tesoro. Estas conversaciones serán clave para definir nuevas estrategias que fortalezcan la balanza comercial México-EU sin sacrificar competitividad ni soberanía económica.
AFP