La maestra Violeta Arana recibió el premio Elvia Carrillo Puerto por su lucha a favor de la igualdad de género y los derechos humanos.
Este nuevo reconocimiento, otorgado por el Congreso del Estado, celebra a las mujeres que han superado adversidades y han contribuido al bienestar social. Premio Elvia Carrillo Puerto es ahora símbolo de compromiso, justicia y equidad en Yucatán.

Premio Elvia Carrillo Puerto
Desde muy joven, Violeta Asunción Arana Villalobos enfrentó situaciones complejas. Su padre, Leopoldo Arana, presidente municipal de Muna y activista social, fue asesinado en 1954, lo que obligó a su familia a exiliarse. Durante ese periodo, la educación se convirtió en su herramienta de lucha, aprovechando becas y oportunidades que le ofrecieron en su camino.
Gracias a su esfuerzo, se formó como agrobióloga en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Al graduarse, regresó a su natal Muna decidida a transformar su comunidad a través de la enseñanza.
Educadora y fundadora de escuelas rurales
Violeta Arana fundó la Escuela Secundaria No. 16 “Dr. Jaime Torres Bodet” en Muna, con el apoyo de docentes voluntarios. Años después, estableció diversas escuelas en comunidades alejadas del sur del estado, ampliando el acceso a la educación para niñas y niños de zonas marginadas.
Durante su discurso, Arana afirmó:
“Las mujeres hemos demostrado a través del tiempo que no hay límites para nosotras”, enfatizando el papel transformador de la mujer en la sociedad. También subrayó que, aunque existen muchas leyes, “eso no garantiza que exista justicia”, y abogó por una sociedad que valore el consenso sobre la imposición.
Legado comunitario y voz del pueblo
Antes de despedirse del estrado, la maestra Violeta agradeció a su familia y a los escritores comunitarios que la impulsaron. Invitó a los presentes a leer sus obras:
“Los del pueblo tenemos también derecho a salir y decirles cómo vemos la situación actual”, dijo, destacando el valor de las voces locales para construir un mejor Yucatán.
El premio Elvia Carrillo Puerto honra no solo a una mujer, sino a generaciones que han luchado desde la base por un futuro más justo.