El Papa Francisco deja huella en el corazón de Yucatán
"El Papa Francisco no tuvo miedo de hablar de la voluntad de Dios", aseguró Monseñor Pedro Mena Díaz durante la misa celebrada este lunes en la Catedral de Mérida, donde se reunieron decenas de feligreses para rendir homenaje al pontífice fallecido a los 88 años.
El obispo auxiliar recordó que el papa, nacido Jorge Mario Bergoglio, asomó por primera vez al balcón de la Basílica de San Pedro el 13 de marzo de 2013, y pidió: "Recen por mí". Con esa humildad comenzó un pontificado que marcó a millones.

"En la Iglesia cabemos todos, todos"
Durante la misa, Monseñor Mena Díaz destacó que el Papa Francisco fue un líder que no temió expresar opiniones contundentes. Citó frases como "los que construyen muros terminan encerrados en ellos", en referencia a políticas migratorias, y recordó su llamado constante a integrar a los migrantes en lugar de expulsarlos.
Además, señaló que el Papa hablaba con firmeza sobre la situación global: "Estamos en una tercera guerra mundial, pero a pedacitos", alertaba el pontífice desde el Vaticano.
Misericordia, discernimiento y paz
Entre los asistentes se encontraban autoridades estatales y municipales, como Jorge Carlos Berlín Montero, titular de Asuntos Religiosos del Gobierno del Estado, y Carmen Díaz, directora de Gobernación del Ayuntamiento de Mérida.
Mena Díaz también recordó que el pontífice instituyó el Año Santo de la Misericordia, promoviendo una Iglesia más inclusiva. "No tuvo miedo de decirnos que en la Iglesia caben todos, todos, todos", reiteró ante los fieles.
Con claridad pastoral, subrayó que el Papa Francisco enseñó a aterrizar la palabra de Dios en la vida cotidiana, y que el discernimiento, una de sus enseñanzas clave, urge más que nunca en la actualidad.
Quadratín