En la Península de Yucatán existen únicamente dos especies de plantas carnívoras, que si bien no son muy conocidas, han ganado gran popularidad en los últimos años.
Este fenómeno ha provocado que cada vez más personas en la región se interesen por su cultivo y cuidado.
Dos especies nativas en la región
De acuerdo con Miguel Ángel Valencia Madera, de la empresa The Green Hunter Plants, una planta carnívora necesita cumplir con tres condiciones: atraer insectos, capturarlos y digerirlos para obtener nutrientes. Esto se debe a que su entorno natural carece de suelo rico en nutrientes.
“En la península contamos con dos especies poco conocidas, localizadas en la sabana de Quintana Roo y el cono sur de Yucatán”, explicó.
A nivel global, hay muchas más especies. Las más vistosas se encuentran en el sudeste asiático, como las nepenthes y sarracenia, que se distinguen por su tamaño y colorido.
Más decorativas que cazadoras
Aunque muchos podrían pensar que estas plantas son útiles para combatir plagas de insectos, la realidad es otra. Su función en el hogar es principalmente decorativa.
Valencia Madera señaló que las plantas carnívoras no hacen daño, ni a personas ni a mascotas. Incluso, afirmó que “tener una planta carnívora es como tener una mascota: requiere cuidados, pero eso las hace especiales”.
Además, estas plantas desprenden un aroma dulce que atrae a insectos o aves, lo que a veces provoca que sean dañadas accidentalmente. Lejos de ser peligrosas, son nobles y únicas.
Consejos para cuidarlas en casa
Las plantas carnívoras pueden adaptarse al exterior, pero es mejor tenerlas dentro del hogar. El proceso de climatización es fundamental, pues los cambios de ambiente pueden afectar su salud.
Para quienes desean iniciarse en este mundo, las droseras son la mejor opción. Son más fáciles de cuidar y muy llamativas, ideales para quienes disfrutan de crear micro ecosistemas en casa.
Por último, el costo de estas plantas varía mucho. Pueden adquirirse desde 50 hasta más de mil pesos, dependiendo de la especie y el tamaño.
En Yucatán, las plantas carnívoras son un tesoro poco explorado, que además de ser seguras, despiertan curiosidad y aportan un toque exótico al entorno doméstico.
Quadratín