Ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la Pastoral de Migrantes y Refugiados de la Arquidiócesis de Yucatán, se está preparando para el posible cobijo de personas que puedan llegar debido a su postura y políticas planteadas de deportaciones masivas, particularmente en las zonas fronterizas norte y sur del país señaló su encargado Enrique Puc Rosado.
Entrevistado por 24 Horas Yucatán Enrique Rosado recordó que en su trabajo previo a estar en Yucatán en Nuevo Laredo el flujo de deportados era de hasta 300 personas al día, por lo que esperan que ese mismo tránsito se replique en esta segunda vuelta de Trump al frente de Estados Unidos.
Impacto en Yucatán
En tanto que lo que respecta a Yucatán señaló que si bien en principio no se trata de un estado de paso obligatorio de quienes buscan el sueño americano, si es un lugar donde actualmente alberga a 30 personas migrantes de diferentes lugares del mundo.
Relató que, desde mediados del año pasado, cuando ya se escuchaban las voces, y posteriormente la postura antimigrante del ahora presidente número 47 de Estados Unidos, las personas encargadas de trabajar desde la iglesia católica con el tema de migración, en las diferentes fronteras se han preparado para lo que ahora es una política muy dura para con las personas que se encuentran de forma ilegal en la Unión Norteamericana.
“La nueva postura que tiene el presidente Trump es de cero tolerancia para con los migrantes. Nosotros como iglesia nos hemos preparado con cuatro verbos que nos da el Papa Francisco para con nuestros hermanos migrantes: acoger, proteger, promover e integrarlos”, indicó.
En tal sentido, señaló que desde ya se están redoblando los esfuerzos en ambos lados, por un lado, desde la frontera sur que es el paso obligado para las personas procedente de Sudamérica, hasta el límite fronterizo norte, uno de los últimos destinos para ingresar hacia Estados Unidos.
En ese orden de ideas, sostuvo que en lo que respecta a Yucatán, en Mérida, pese a que no es un paso obligado o bien que esté tan presente el fenómeno migrante, ya se han tomado las medidas ya que actualmente cuentan con personas de Centroamérica y otras partes de mundo, específicamente para dar alojamiento a quienes ya han sido deportados de Estados Unidos.
Solidaridad en tiempos de crisis
Detalló que, en Yucatán, es el sacerdote Lorenzo Mex, quien está a cargo de la Pastoral de Movilidad Humana, la cual abarca migrantes y refugiados, se encuentra atendiendo las necesidades de 30 personas, establecidas en sus sedes tanto centro como sur de la entidad. Apuntó que se trata de individuos procedentes de Venezuela, Honduras, Cuba, Colombia, Guatemala e incluso de África.
Eso sí, externó que se tiene la esperanza que estas deportaciones no sean tan masivas como se ha planteado, pero también consideró que, si esto se concreta, Yucatán podría experimentar migración interna, es decir, de aquellos connacionales de otros puntos del país que estarían buscando establecerse en la entidad, tras una posible deportación.
Asimismo, advirtió que también estas posturas podrían tener un costo emocional para aquellos migrantes ilegales que por años se establecieron en el vecino país del norte, pues pudiesen experimentar un proceso de duelo dejando lo que han construido para regresar a una realidad que ya les es ajena.
Otra de las preocupaciones que están latentes, ante esta postura de Trump está en lo que refiere a las remesas, según el Banco de México, hasta su último informe con fecha corte al mes de septiembre del 2024, Yucatán envió 340.7 millones de dólares por este concepto.
Cabe mencionar que, de acuerdo a esta información, la entidad lidera a nivel peninsular este envío de divisas, le sigue Quintana Roo con 302 MDD y Campeche con 126.3.