La obra del nuevo Corredor Turístico y Gastronómico de Mérida sí ha generado hasta ahora los resultados esperados para el sector restaurantero, en especial para los establecimientos que están en el Centro Histórico de la ciudad, muchos de los cuales son micros y pequeños negocios, señaló la presidenta de la Canirac, Claudia González Góngora.
El Corredor Turístico y Gastronómico de Mérida, Yucatán, tuvo una inversión de 174.3 millones de pesos con el objetivo de impulsar la economía y el turismo en el Centro de la ciudad.
La obra fue inaugurada en julio del año pasado y va desde la Plaza Grande hasta el Paseo Montejo, cuyo trayecto pasa por los tradicionales Parques de Santa Lucía y Santa Ana, hasta el Gran Parque “La Plancha”. El corredor mide unos mil 750 metros lineales en total.
A lo largo de éste, ya había instalados varios restaurantes y desde su inauguración poco a poco se han ido incorporando nuevos establecimientos que venden comida y alimentos, explicó en entrevista la representante de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en esta entidad.
“Aún no tenemos las cifras definitivas de cómo se comportó la ocupación y las ventas del sector durante el año pasado, apenas recién acabó lo que popularmente se llama el periodo Guadalupe-Reyes que es uno de los más fuertes para nosotros, pero sin duda el 2024 trae un crecimiento importante”, añadió Gónzalez Góngora.
Lo que sí es un hecho, reiteró, es que el Corredor fue algo que detonó la presencia fuerte de los visitantes en el en el centro histórico y por otro lado también tuvimos una muy buena afluencia dentro de otras zonas de la ciudad, debido a las posadas y a las cenas familiares con motivo de las fiestas navideñas.
Ese buen cierre será vital para que el sector enfrente la llamada “cuesta de enero”, pues en un periodo complicado porque se suma la lógica de las personas de reducir al máximo sus gastos, con el aumento del precio de la gasolina y los productos de la canasta básica.
Otro problema que sigue enfrentando la industria, es el déficit en mano de obra, actualmente de cada 10 plazas disponibles entre los socios afiliados a esa Cámara, solo están ocupadas en promedio unas cinco. Hay mucha oferta de empleo, pero poca demanda de ocupación, subrayó.
A pesar de ello, la actividad restaurantera sigue representando poco más del dos por ciento del Producto Interno Bruto del estado y una de las que más derrama económica genera entre la Población Económicamente Activa, pues también dinamiza otras actividades comerciales y productivas.